Cómo trabajar con un jefe que tiene una nueva idea cada cinco minutos

  • ¿Tú jefe no para de cambiar de opinión? Existen algunas estrategias “útiles” para cuando tu jefe te satura con demasiadas ideas
Ser creativo es positivo, pero no a base de cambiar de opinión a diario. / Pexels
Ser creativo es positivo, pero no a base de cambiar de opinión a diario. / Pexels

Tenemos una prueba diaria a superar. La jornada laboral puede ser dura dependiendo del día. Y la cosa puede empeorar dependiendo de muchos factores. Si tienes un jefe prolífico en ideas, el asunto puede ser muy serio.

Es algo común: a ellos les hace sentir bien. ‘Hoy he tenido muy buenas ideas’. Pero pueden ser muchas y los encargados de llevarlas a cabo son sus empleados. Un jefe con un buen punto visionario puede ser de lo más divertido y enriquecedor. Puedes aprender mucho y resultar imprescindible para el desarrollo de tu carrera. Pero también puede llegar a ser frustrante y agotador.

Llevar al hilo una cantidad ingente de ideas puede convertirse en un verdadero problema a dos bandas: un jefe frustrado y unos empleados agotados y abrumados.

Elizabeth Grace Saunders, 'coach' de gestión del tiempo, ha trabajado de cerca con los afectados a ambos lados del supuesto. Después de profundos entrenamientos con este tipo de personas, Saunders señala algunas estrategias “útiles” para cuando tu jefe te satura con demasiadas ideas, y lo ha hecho en un artículo que ha escrito para 'Harvard Business Review'. 

1. Fomentar el respeto entre los dos

“Si te sientes abrumado por las ideas creativas de tu jefe, lo más probable es que seas más una persona orientada a la acción”, explica Saunders. Hay que tener mucho cuidado, porque puedes acabar desarrollando una actitud en exceso crítica que se acabaría traduciendo en una pérdida de respeto hacia tu jefe y sus ideas. Creer en ‘la acción’ como un valor superior a la ‘proliferación de ideas’.

“Evita esa trampa y, en su lugar, elige focalizar tu energía en el respeto mutuo. Puede ser cierto que seas el mejor ejecutando las tareas. Pero también puede ser cierto que tu jefe sea mejor para determinar qué se debe hacer y evitar que el equipo se vuelva obsoleto”, indica Saunders.

2. No todas las ideas se deben pasar a la acción

Es una cuestión de observar, analizar y reconocer. Puedes ser ese tipo de persona que se toma cada idea como una imposición a la acción. Debes estar preparado para asimilar que algunas ideas son solo eso, ‘ideas’. Ideas de las que aprehender algo y dejarlas pasar o guardarlas en el cajón de las ideas. Las personas creativas, desarrollan ideas constantemente.

“Muchas veces tu jefe solo quiere compartir algo que está en su mente y busca un reconocimiento. La regla general en estas situaciones es que esperes hasta que la idea aparezca varias veces más antes de hacer algo, de lo contrario, puedes simplemente abandonarla”, dice Saunders.

Pero es muy importante que tengas en cuenta las expectativas de tu jefe. Puede ser que sea de esos que quiere que cada idea que asome por su creativa cabeza sea desarrollada. En ese caso deberás utilizar las “estrategias de negociación de expectativas” que Saunders detalla en su artículo.

3. Analizar y explicar el tiempo que va a llevar

Las personas con ideas no se paran a analizar cómo llevarlas a cabo y el gasto en personal y de tiempo que se requerirá. Ese es tu momento. “Si descubres que tu jefe desea seriamente llevar a cabo una nueva idea, pero que esta idea tomaría una cantidad de horas considerable, ayúdale a comprender el costo para el desarrollo de la misma”, dice Saunders.

Ante una inesperada sorpresa, tu jefe puede ver más claramente las dimensiones de la idea y puede decidir dejarla a un lado o anteponerla a otras en curso

4. Volver al plan

“Si tu jefe tiende a distraerse con nuevas ideas, es probable que tenga dificultades para establecer prioridades. En lugar de cerrar una idea que le entusiasma implementar, intenta redirigir su atención al plan mensual o trimestral del equipo”, aconseja Saunders.

Para esta estrategia, Saunders propone preguntas que lanzar a este tipo de jefes, como: ¿Cómo cree que pueda encajar esta nueva idea con nuestros objetivos actuales? ¿Es esta idea algo que necesitamos implementar ahora o podría ser considerada para el próximo año? Este tipo de preguntas pondrán en tela de juicio la nueva idea e invitará a tu jefe a enjuiciar el valor autentico de esta y su prioridad.

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