En presencial u online

Las cinco conductas que los líderes más exitosos nunca tendrían en una reunión

En ocasiones, en estos encuentros se viven momentos de tensión por actitudes o comentarios que tienen los responsables y directivos.

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Las cinco conductas que los líderes más exitosos nunca tendrían en una reunión
©[sabthai de Getty Images] a través de Canva.com

Desde que comenzara la pandemia, las reuniones de trabajo parecen haberse multiplicado. Durante los meses de confinamiento y de teletrabajo los encuentros a través de Zoom y otras plataformas de videochat se convirtieron en una rutina para un gran número de empleados. En ese sentido, una de las demandas más repetidas por los trabajadores en los últimos tiempos ha sido la reducción de este tipo de encuentros debido a los efectos negativos que tiene sobre la productividad. 

Sin embargo, ya sea online o presencial, en estas reuniones en ocasiones se viven momentos de tensión por actitudes o comentarios que tienen los directivos o responsables. Estos puede tener problemas para transmitir sus mensajes o para comunicarse en general, por lo que un encuentro podría extenderse más de lo que estaba planeado. Para saber que una reunión se ha resuelto con éxito, el medio Inc ha elaborado una lista con 5 actitudes que los jefes no deben hacer en sus conversaciones con los empleados. 

El uso de apodos

El empleo de términos como "cariño", "nene", "chica" o "guapa" es una acción que no debe realizarse en este tipo de encuentros y menos en el entorno de una empresa profesional. "No todos interpretan los apodos como un término cariñoso. Algunos pueden sentir que es degradante, mientras que otros pueden sentir que estás teniendo favoritos", ha asegurado Mandy Gilbert, experta en relaciones laborales. 

Individualizar culpas

Un comportamiento que no admisible en las reuniones de trabajo es responsabilizar y señalar a un empleado de un problema en concreto delante del resto de compañeros. La profesional indica que "como líderes, tenemos una tendencia a asumir que si algo sale mal, debemos señalar con el dedo. Incluso si es a nosotros mismos". Sin embargo, esto no es correcto. 

Poner en una encrucijada

Una actitud "errónea" por parte de los directivos es pensar que siempre deben estar poniendo a prueba a sus trabajadores. "La presión de estar en un aprieto hace que tu mente se nuble y tus niveles de ansiedad sean altos", ha explicado Gilbert. Si hay una buena comunicación entre el responsable y el empleo no serán necesarios estos toques de atención. 

Rechazo frontal

Es habitual que en las reuniones se planteen preguntas a las que se espera que respondan. Algunas contestaciones pueden ser gran idea, pero otras no tanto. Cuando estamos un directivo rechaza una propuesta debe hacerlo de forma educada: "Si bien nadie le pide que endulce la verdad o analice cada idea que llega a la mesa, la clave es celebrar el hecho de que las ideas surgen". De lo contrario, puede provocar que se genere en los empleados un sentimiento de miedo a compartir proyectos y sugerencias.

"Pero..."

Todo el mundo sabe qué viene después de un pero. Por este motivo, si un gerente tiene pensado hacer una crítica es mejor que vaya directamente al punto en cuestión. "Tan pronto como dices esas tres letras pequeñas, arruinas todo lo que vino antes", ha advertido la experta. 

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