Poco a poco las empresas comienzan a plantearse la posibilidad de implantar la jornada de cuatro días en sus plantillas. Si bien uno de los debates más habituales es que con esta reducción de horas también disminuya el salario, otras optan por mantenerlos invariables. Otros países europeos como Bélgica, Reino Unido o Islandia ya han lanzado sus propias iniciativas. De hecho, el experimento masivo realizado en el país islandés entre 2015 y 2019 tuvo un éxito rotundo y los expertos que analizaron los resultados concluyeron que las empresas habían visto mejoras en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
En España comienzan a verse las primeras propuestas desde que dos empresas andaluzas abrieran el debate hace dos años, cuando decidieron establecer este tipo de jornadas en sus oficinas. Ahora, la Comunidad Valenciana ofrecerá una subvención de más de 9.000 euros a lo largo de tres años a las empresas que se sumen a la jornada de 32 horas.
La pionera fue Software DelSol, en Jaén, que a principios de 2020 decidieron que sus 183 trabajadores podían tener un fin de semana más largo. La segunda fue EMA Competición, una firma malagueña que se dedica a formar a profesionales de la mecánica de motos. Sus responsables, dos años después de establecer este tipo de horarios, han asegurado en Cadena Ser Málaga que sus siete trabajadores se sienten muy contentos con esta medida.
Aprovechar el viernes
La empresa decidió sumarse a este tipo de jornada, ya que se percataron de un problema común, la mayoría de los viernes los alumnos se ausentaban debido a las competiciones o las prácticas. Entonces, esto dificultaba el trabajo de sus empleados y vieron una opción factible en establecer los horarios de lunes a jueves, señalaron hace dos años en el diario local La Opinión de Málaga. De este modo, desde septiembre de 2020 han aumentado en media hora la jornada entre semana, consiguiendo que los findes de semana se extiendan durante tres días.
Según la empresa, cada empleado cobra alrededor de 1.200 euros y ese sueldo no ha disminuido en este tiempo a pesar de la reducción de jornada. Muchos han decidido utilizar este día extra para realizar gestiones o compras que habitualmente pueden resultar más complicadas de atender entre semana.
Los expertos en psicología aseguran que este tipo de iniciativas favorecen el descanso de los empleados. La doctora en psicología y vocal en el Colegio de Psicólogos de Madrid, Isabel Aranda, defiende que se logran "beneficios muy positivos" en la salud mental de los empleados, especialmente gracias a un mayor tiempo de desconexión física y mental del trabajo."Parece que estás casi el 50% de la semana libre", resumía en una entrevista a La Información. Sin embargo, hay que tener en cuneta la posible carga laboral a la que se enfrentarán los trabajadores con esta disminución de las horas.
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