Jack Sweeney tiene 19 años, es estudiante de primer año de tecnología de la información en la Universidad de Florida y es, también, un autoproclamado fanático de Elon Musk y sigue con suma fidelidad todos los pasos del CEO de Tesla. Y casi en sentido literal. Porque en junio de 2020, Sweeney escribió un código para obtener la información del jet del multimillonario, sirviéndose de sitios públicos como ADS-B Exchange, que monitorea datos como la ubicación, la altitud y la velocidad transmitida por cada avión regulado por el Gobierno federal.
Eso sí, el asunto no se quedó ahí, sino que el joven estadounidense configuró los datos para que se publicasen automáticamente en una cuenta de Twitter. En tan solo unos meses consiguió cientos de miles de usuarios. Animado por la demanda popular, Sweeney escribió un nuevo código para seguir a otros aviones privados.
La oferta de Musk
Lo que a buen seguro no sabía el joven es que el propio Elon Musk acabaría ofreciéndole hasta 5.000 dólares solo por cerrar esa cuenta pública que rastreaba sus patrones de vuelo. Fue entonces cuando la bombilla de Sweeney se encendió: quizás, este proyecto de codificación que había empezado por pura diversión, podría volverse extremadamente rentable.
Bien, ahora rastrea los datos de 127 jets diferentes, incluidos, como no podía ser de otra manera, los aviones propiedad de Bill Gates, Jeff Bezos y hasta el expresidente Donald Trump. Son datos que se publican en casi una veintena de cuentas diferentes en Twitter, aunque la más popular es la citada anteriormente.
De momento, Sweeney ha ganado alrededor de 500 dólares, gracias simplemente donaciones y anuncios en su página web. Vale, pero... ¿Qué pasó entonces con la oferta de Elon Musk? El joven en lugar de coger el dinero y correr, subió aún más sus pretensiones, demandando hasta 50.000 dólares. El multimillonario se negó y Sweeney siguió su camino. "Probablemente, pueda hacer algún tipo de negocio con esto", reconoció a la CNBC.
Tal y como ha confesado a este medio estadounidense, el joven sí que entiende las preocupaciones de seguridad: publicar las rutas de vuelo en tiempo real revela dónde viajan las figuras públicas. Musk le llegó a decir que "no le gustaba la idea que un loco pudiera atacarle" en uno de sus trayectos. Sin embargo, Sweeney dice que no tiene conocimiento de ninguna amenaza proveniente de personas que siguen su proyecto. Los que le siguen son fanáticos de Musk o simplemente gente interesada en la aviación.
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