¿Puede hacer un robot el trabajo de un directivo en la junta de una empresa?

  • La figura del director no ejecutivo es representar y salvaguardar los intereses de todas las partes de una compañía: ¿debe hacerlo un humano?
Terminator podría ser una realidad más pronto que tarde.
Terminator podría ser una realidad más pronto que tarde.

La figura del director no ejecutivo es representar y salvaguardar los intereses a largo plazo de los accionistas y las partes interesadas desde una perspectiva lo más amplia posible, incluyendo a empleados, clientes o el compromiso medioambiental. Como administradores de la empresa, la junta y sus directores no ejecutivos tienen dos responsabilidades principales: garantizar el cumplimiento de las normas de la empresa e impulsar el rendimiento de la misma. Por eso, la pregunta que se hacen en este artículo de 'Harvard Business Review' Ravin Jesuthasan y Shai Ganu, consultores en la firma Willis Towers Watson, es si es necesario que ese puesto lo ocupen seres humanos. O, lo que es lo mismo: ¿puede hacer un robot el trabajo de un directivo en la junta de una empresa?

En su artículo, ambos señalan que "los continuos avances en inteligencia artificial, automatización de procesos robóticos (RPA) y tecnología de contabilidad distribuida (como el blockchain) podrían generar una forma completamente nueva para que la Junta ejerza sus responsabilidades". En este sentido, una de las revoluciones que plantean estas nuevas tecnologías es que garantizar la veracidad de los datos (no solo financieros, sino también estadísticos o de rendimiento) podría convertirse en un proceso instantáneo y descentralizado. Así, algunas acciones como la auditoría de las cuentas de las empresas o la elaboración de informes financieros se lleven a cabo en tiempo real y sin apenas esfuerzo mínimo por parte de los directivos.

Es una idea que incluyen en su libro conjunto llamado 'Reinventing Jobs' (reinventando los empleos), en el que reformulan el rol que debería tener un directivo en el futuro: "primero, identificamos todas las tareas clave realizadas por los directivos. Luego, las clasificamos en función de si eran repetitivas o variables, e identificamos el porcentaje de tiempo dedicado a esas actividades". A partir de ahí, Jesuthasan y Ganu identifican qué papel jugaría en la ecuación la automatización, teniendo en cuenta que pudiera mejorar la eficiencia de los seres humanos.

Áreas susceptibles de ser automatizadas

E identifican qué áreas en las que trabajan los directivos son susceptibles de ser automatizadas en poco tiempo. En primer lugar, la verificación del estado financiero y el cumplimiento de requisitos incluidos en los informes, dos aspectos que probablemente serán sustituidos a través de tecnología de contabilidad distribuida y de contratos inteligentes, respectivamente.

Por ejemplo, con la tecnología de contabilidad distribuida, las cuentas de la empresa podrían verificarse instantáneamente desde cualquier parte del mundo. Es posible que las empresas tampoco necesiten reuniones anuales de accionistas para aprobar sus cuentas o votar sobre resoluciones clave. Los avances tecnológicos pueden permitir una toma de decisiones altamente descentralizada, en la que todas las partes interesadas, ya sean accionistas, clientes o empleados, podrían hacer ver sus preferencias utilizando plataformas de votación en tiempo real.

Por otra parte, tradicionalmente los directivos han revisado la información y se han basado solo en su juicio al tomar decisiones. Sin embargo, con la continua democratización de la información y el aprendizaje automático, el acceso a información en tiempo real para la toma de decisiones se ha vuelto mucho más fácil. El seguimiento instantáneo y la presentación de informes de los datos de rendimiento (así como el análisis predictivo) pueden mejorar la toma de decisiones de la junta.

Y ya hay ejemplos de ello: DKV, el fondo de capital de riesgo con sede en Hong Kong y conocido en España principalmente por haber patrocinado al club de baloncesto Joventut entre 2001 y 2011, tiene un algoritmo llamado Vital que tiene un asiento asignado en su Junta desde hace unos años, que es responsable de guiar las decisiones de inversión de la compañía. Un ejemplo de lo que podría suceder en el futuro en todas las empresas del planeta si la evolución de la robótica y la automatización sigue evolucionando al vertiginoso ritmo actual.

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