¿Por qué los supermercados ya no venden panga? El mercurio no es el único motivo

Panga
Panga

Durante años, los filetes de panga sustituyeron a la merluza en la mayoría de los hogares europeos pero desde hace unos meses grandes cadenas de supermercados como Carrefour lo han desterrado de sus pescaderías. La OCU detectó cantidades preocupantes de mercurio en estos peces importados directamente desde Asia, pero este no es el motivo de su exilio... entonces ¿por qué ya no comemos panga?

Su bajo precio y su parecidísimo aspecto a otros pescados blancos como el lenguado y la merluza, alimentaron la 'fiebre' del panga en Europa, con España a la cabeza; eso y que no tiene espinas. Pero, según los expertos, estos serían los únicos alicientes para el consumo de un pez que no tienen ni sabor ni casi propiedades alimenticias.

El panga se cría y 'recolecta' en el río Mekong, desde donde se exporta de forma masiva, siendo uno de los productos clave de la economía vietnamita. El análisis de filetes de pescado llevado a cabo por la OCU, en el que se analizaron 80 muestras, señaló la presencia de sustancias contaminantes en el pez panga que atribuyó a la polución de los ríos en los que se cría. La polémica saltó a los medios y generó una alarma social que la propia organización tuvo que sosegar. 

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios aseguraron que, a pesar de que en el panga analizado se detectó mercurio, uno de los seis elementos químicos más peligrosos, las cantidades registradas cumplían la legislación europea, por lo que no constituía una razón suficiente para plantear la retirada sistemática de este pescado de nuestros mercados. El doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos Miguel Ángel Lureña, que lleva desde 2012 tratando la cuestión, inició un hilo de Twitter para debatir el tema.

Aunque, si nos centramos en el mercurio, hay otros pescados con mayor concentración de este metal que no han sido condenados al ostracismo. Las denuncias de varios grupos de AMPA podrían tener la clave de la disminución de su consumo. Treinta de estas asociaciones lanzaron una petición, a través de la plataforma  'Change.org', en la que pusieron sobre la mesa las "deficiencias en los menús de los centros escolares", entre las que destacaban la "poca seguridad alimentaria de pescados de origen extranjero como el panga". Los AMPA también alegaron el "terrible" impacto medioambiental que generan las granjas donde se cría este pescado.

Las cuestiones nutricionales favorecieron que algunos distribuidores vetaran estos peces de sus catálogos, pero el alegato de las marcas suscribió mayoritariamente la razón ecológica. En un comunicado, la división belga del grupo  Carrefour achacó la retirada del panga de sus expositores a "las dudas que existen sobre el adverso impacto de las granjas de panga en el medio ambiente". Escasos días antes ya había suspendido los pedidos.

Y es que la huella ecológica no es una cuestión secundaria. Según explica Beatriz Robles, especialista en seguridad alimentaria, el consumo de panga en el continente europeo, perjudica enormemente la sostenibilidad medioambiental. Dado que su principal productor es Vietnam, su exportación genera una huella medioambiental mucho mayor que la que dejaríamos si consumiésemos productos de la zona. Además, Robles asegura que "los sistemas de producción intensiva que se emplean son cuestionables tanto ética como medioambientalmente", concretamente en relación al control de efluentes y a la contaminación de las aguas.

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