Mantener la calma

La técnica 4-7-8 de respiración que te ayuda a controlar situaciones de estrés

La respiración es una de las claves del yoga o de las sesiones de meditación, gracias a ellas es posible conseguir mantener la calma en aquellos momentos que provocan mayor ansiedad.

Una pareja practicando ejercicios de relajación y meditación en casa.
Una pareja practicando ejercicios de relajación y meditación en casa.
Freepik

Saber controlar la respiración y aplicar las técnicas adecuadas puede convertirse en una herramienta muy eficaz contra el estrés y la ansiedad. De hecho, no en vano respirar adecuadamente es una de las bases de los ejercicios de yoga y meditación. Aunque los estudios científicos y médicos que hay detrás de la eficacia de los métodos de respiración no son numerosos, bien es cierto que aprender estas técnicas no hace daño a nadie y puede reportar más beneficios que daños. 

Una de las respiraciones que se pueden probar en situaciones de estrés, ansiedad o nervios es la técnica 4-7-8. Consiste en inspirar y exhalar de manera consciente y rítmica, obligando a la mente a centrarse en controlar cada segundo en el que inspiramos y expiramos. El doctor Andrew Weil, como señalan desde la Asociación Mácula Retina, destaca entre algunos beneficios de este método la reducción de la ansiedad, la ayuda para conciliar el sueño y la mejor gestión de los impulsos o de la irritabilidad. 

Cómo practicar esta técnica

Para aplicar este método es tan sencillo como encontrar una posición cómoda y relajada, sentados y con los ojos cerrados. Es aconsejable apoyar la punta de la lengua en los dientes incisivos, para favorecer la respiración. Una vez que hayamos encontrado la posición, comenzaremos a respirar:

  1. Primero vaciaremos los pulmones de aire. 
  2. ​Empezaremos a inspirar por la nariz durante cuatro segundos. 
  3. ​Aguantaremos la respiración durante siete segundos. 
  4. ​Y exhalaremos durante ocho segundos por la boca, con fuerza, emitiendo un ruido silbante al dejar escapar el aire entre los labios. 

Mínimo, habrá que completar cuatro ciclos de esta respiración y es aconsejable practicar cada día. Al principio, la persona puede sentirse mareada durante las primeras veces que se use esta técnica, por lo que también se pueden acortar a la mitad los tiempos de respiración y realizar este ejercicio acostados o tumbados hasta que nos acostumbremos.

Mostrar comentarios