En medio del huracán de dificultades que enfrenta Elon Musk a raíz de su gestión de la red social Twitter, donde despidió a aproximadamente la mitad de sus empleados y a la mayoría de sus líderes de proyectos, la figura de Jack Dorsey, con su barba crecida y sus reflexiones que parecían más de un místico anacoreta que de un empresario tecnológico se vuelve aún más curiosa. Si bien nunca se libró de las críticas (algo a lo que más bien se acostumbró), Dorsey ha reivindicado a su sucesor a través de ciertos mensajes, algunos de los cuales lo mencionan y otros que apenas indican que se refieren a él.
En primer lugar, Dorsey ha coincidido en la intención que Musk ha declarado como su visión para Twitter: una "plaza comunal", como dijo el magnate. Dorsey ha repetido en anteriores ocasiones que la mejor versión de Twitter sería si no tuviera dueños ni impusiera reglas, sino que fuera una comunidad abierta. Ha dicho que, dado que Twitter es una compañía que debe responder empresarialmente por sus acciones, Elon es "la única solución" en la que confía.
Incluso antes de que Musk se hiciera con el control de Twitter, el fundador de la empresa estadounidense ha expresado su apoyo y su cercanía al proyecto que planeaba para la red social. De hecho, en algunas publicaciones en Twitter decía que él mismo, uno el magnate sudafricano, era culpable de una gran parte de los problemas que aquejaban la compañía al contratar a demasiada gente demasiado rápido, razón por la que se disculpó públicamente.
En este sentido, Dorsey ha puesto en relieve que las verdaderas víctimas del desastre que atraviesa Twitter son las más de 4.000 personas que se quedaron desempleadas de una semana a otra, aceptando que podían sentirse de forma negativa hacia él (sin mencionar a Musk).
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