Manifestaciones en 35 ciudades piden que se declare ilegal la caza en España

  • Según Ecologistas en Acción las licencias de caza han disminuido en los últimos 40 años en un 40%, rondando en la actualidad las 800.000.
Ciervos, Caza
Ciervos, Caza
EUROPA PRESS/RFEC - Archivo

Manifestaciones en 35 ciudades han reivindicado la prohibición de la caza como actividad legal en España. Convocadas por la plataforma 'No a la Caza' (NAC), las concentraciones han tenido lugar a las 12.00 horas bajo el lema 'Cuanto más indefensa está una criatura, más derecho tiene a ser defendida'. "Todas las personas. Todas las ciudades. Todas las comunidades autónomas salimos el próximo 3F para reclamar un rotundo 'No a la Caza", señala la plataforma a través de las redes sociales.

La plataforma NAC ha convocado estas concentraciones "porque ni las consideradas presas, ni los seres sintientes empleados como arma (galgos, podencos o cualquier otro animal, con independencia de raza o especie), merecen sufrir por simple diversión humana".

En total ha habido concentraciones en 35 ciudades. Así, en A Coruña, la manifestación ha sido en Obelisco, en Alicante en la Plaza de los Luceros; en Almería en El Palmeral (Playa de Zapillo); en Arrecife (Lanzarote), en el Recinto Ferial; en Badajoz ha sido en la Delegación de Gobierno; en Barcelona se ha convocado en la Plaça Catalunya; en Bilbao ha tenido lugar en el Teatro Arriaga; y en Burgos en el Teatro Principal, de la Diputación.

También ha habido concentraciones en Cáceres, donde se ha celebrado en Cruz de los Caídos, del Paseo de Cánovas; en Cádiz, que se ha celebrado en la Plaza de San Antonio; en Cartagena en Plaza de España; en Castellón, en Plaza Cardona Vives; en Cuenca, en la Estación de Renfe; en Gijón, que ha sido en la Plaza del Humedal; y en Girona, en Parc de la Devesa.

Asimismo, han salido a la calle los ciudadanos de Granada, que estaban convocados en los Jardines del Triunfo; en Guadalajara, en el Palacio del Infantado; en Jaén, en concreto en la Estación de Renfe; en Las Palmas (Gran Canaria), en la Biblioteca Insular, ubicada en Plaza de las Ranas; en León en la Plaza de San Marcos, en el Parador; en Logroño, donde se ha convocado en la Plaza del Mercado; y en Lleida, convocada en Plaça de la Pau, donde se encuentra la Subdelegación del Gobierno.

La capital española también ha sido testigo de la manifestación contra la caza y del maltrato animal. En Madrid, animalistas se han manifestado en la Puerta del Sol; en Mérida, en la Puerta de entrada del Teatro Romano; en Murcia ha habido concentración en la Plaza Glorieta de España; en Pamplona en Plaza del Castillo; y en Puerto del Rosario (Fuerteventura) en la calle Primero de Mayo, 39.

Igualmente, ha habido manifestaciones en Salamanca, en la Plaza Mayor; en San Sebastián, en el Ayuntamiento de Donosti, en los Jardines Alberdi Eder; en Santa Cruz de Tenerife en la Plaza Weyler; en Santander en Plaza Porticada; en Sevilla en Prado de San Sebastián, en la estación de metro; En Toledo, en el Parque de 'La Vega', en el Paseo Merchán; en Valladolid, donde se ha celebrado en Plaza de España; y finalmente en Zaragoza, donde ha habido concentración en Plaza de España.

Descenso de las licencias

Según el informe 'El impacto de la caza en España', de Ecologistas en Acción realizado en 2016, las licencias de caza han disminuido en los últimos 40 años en un 40%, rondando en la actualidad las 800.000.

La organización ecologista indica que la caza "no es compatible con la conservación de la biodiversidad, ya que además de la mortandad directa de especies no cinegéticas que se provoca, se dan también efectos graves derivados de trampas y cepos, así como los derivados de la introducción de especies exóticas".

En este sentido, continúan, la caza "no sirve para gestionar la fauna ni para controlar sobrepoblaciones, ya que lo que interesa es que haya siempre animales sobre los que ejercer tal actividad".

Además, subrayan que "la caza no solo mata, también maltrata, como lo demuestra la gran cantidad de perros de las rehalas que son abandonados todos los años, heridos o simplemente cuando no han llegado a tiempo a la llamada de los rehaleros, quedando a su suerte en los montes, para morir de hambre y de sed".

"Consideramos que estas razones son suficientes como para que la sociedad se conciencie y demande que la actividad cinegética desaparezca", concluye Ecologistas.

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