Tras invertir 1,33 billones

El BCE guarda aún medio billón en el kit de emergencia para el 'gran despegue'

El banco central afirma que reducirá el ritmo de compras netas de su programa PEPP respecto al primer semestre de 2021, cuando promedió 71.000 millones de euros mensuales.

Lagarde revisa sus notas antes de la rueda de prensa del BCE.
Lagarde revisa sus notas antes de la rueda de prensa del BCE.
Sanziana Perju / ECB / Archivo

¿Qué significa "ligeramente"? ¿Cuánto es? El Banco Central Europeo (BCE) anunció este jueves que reducirá el ritmo de compras de su programa de emergencia PEPP respecto a los dos primeros trimestres de 2021, aunque no cuantificó esa proporción y dejó abierto el camino a las interpretaciones. El uso del bazuca 'anticovid' ha sido irregular desde que se puso en marcha en marzo de 2020, de modo que el banco central vuelve a usar el comodín de la "flexibilidad". En realidad, el verdadero cambio reside en la dirección del lenguaje. La presidenta Christine Lagarde ha pasado de pisar el acelerador en marzo frente al arranque de año (“significativamente más alto”) a levantar el pie y anunciar una deceleración del ritmo de compras de deuda (“ligeramente inferior”) respecto a los trimestres anteriores.

En el primer caso, tomando como referencia enero y febrero, el aumento supuso pasar de menos de 60.000 millones de euros mensuales a una velocidad de crucero superior a 80.000 millones de abril a julio. Para el escenario dibujado ahora, el comportamiento del BCE en agosto aporta una buena pista de en qué niveles se moverá. La cifra ya se redujo hasta los 65.000 millones y podría caer al entorno de los 50.000 millones al mes en que comenzó 2021, según los expertos. "Es una recalibración. No es un 'tapering', sino una señal muy tentativa de que la reducción podría llegar eventualmente: el BCE decidió hoy detener la carga anticipada de sus compras de activos y reducir el monto mensual sin anunciar ninguna liquidación explícita de las compras", opina Carsten Brzeski, economista de ING, aunque reconode que "es una pequeña victoria para los halcones".

En este sentido, Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, cree que la posición del banco es más suave de lo previsto. "A pesar de la modesta reducción del ritmo de compras del PEPP, el BCE seguirá siendo muy acomodaticio durante un largo tiempo, ya que es poco probable que se den pronto las condiciones para una subida de tipos. El mercado está valorando una primera subida de tipos de 10 puntos básicos en diciembre de 2023, muy por detrás de la Fed o el Banco de Inglaterra, lo que parece perfectamente razonable. En todo caso, consideraríamos que la zona euro está estructuralmente más cerca de Japón y, por lo tanto, vemos que la balanza de riesgos se inclina hacia una subida más tardía", argumenta Veit.

El banco central seguirá usando este instrumento para apuntar el despegue de la economía europea en el tercer trimestre frente a las amenazas de ralentización de la variante Delta. Lagarde prevé que el PIB regrese a sus niveles previos a la pandemia a finales de este año. Los economistas del BCE han revisado al alza el crecimiento en 2021 en cuatro décimas, hasta el 5%, pero reducen una décima (4,6%) el pronóstico para 2022. De igual modo, la inflación cerrará este año en el 2,2%, tres décimas por encima de su previsión de junio, mientras que en 2022 se situará en el 1,7%, dos décimas más pero por debajo del 2%.

0,5 billones 

"Vemos que el BCE sigue siendo pesimista, y que será uno de los últimos grandes bancos centrales en subir los tipos de interés. Esto respalda nuestra visión positiva de la renta variable europea, ya que la región ve un mayor repunte de los beneficios (150% en el segundo trimestre interanual frente al 90% de EEUU) a valoraciones mucho más baratas (relación precio/beneficio de 16,5 veces frente a 21,5 veces en EE. UU.)", opina Ben Laidler, estratega de mercados globales del bróker eToro.

En conjunto, el PEPP, dotado con un total de 1,85 billones de euros para compras netas de deuda pública y bonos privados, ha desplegado 1,33 billones en compras netas desde que se puso en marcha el programa en marzo de 2020. Dicho de otro modo, el banco central ha utilizado el 71% de su programa de emergencia, aunque todavía le quedaría algo más de medio billón de euros (500.000 millones) de aquí hasta marzo de 2022 cuando prevé dar por terminado con las inyecciones netas a la deuda. Otro caso distinto es el programa de compras previo a la pandemia, el APP, que sigue invariable en 20.000 millones de euros al mes, cuya duración se extenderá hasta que el BCE considere que ha llegado la hora de subir los tipos.

“Como se esperaba, Lagarde no dio más detalles sobre la futura calibración del QE (PEPP+APP) y pospuso cualquier decisión a la reunión de diciembre”, apunta Hugo Le Damany, economista de AXA Investment Managers. “En cuanto al APP, seguimos creyendo que las compras netas acabarán aumentando hasta los 40.000 millones de euros mensuales desde los 20.000 millones, en respuesta a la persistente inflación subyacente por debajo del objetivo del 2%”, añade este experto. Lo que sí dejó claro el BCE es que seguirá siendo tolerante con la actual escalada de los precios de consumo al considerar que habrá “un período transitorio” en el que la inflación será superior al objetivo del 2% que sigue actuando como referencia.

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