Incertidumbre tras las elecciones

Foco en los bonos BBB: salidas récord en los ETFs ante el deterioro económico

Apenas unas horas antes de que comenzaran las elecciones estadounidenses, los inversores ya estaban vendiendo la mayor cantidad de los bonos corporativos a través de los ETF que cotizan en bolsa.

Las empresas están disparando sus emisiones de deuda por la crisis.
Las empresas están disparando sus emisiones de deuda por la crisis.
Bondkey / Flickr

Apenas unas horas antes de que comenzaran las elecciones estadounidenses, los inversores ya estaban vendiendo la mayor cantidad de los bonos corporativos de los ETF en bolsa. Una operación que responde al miedo de los grandes tenedores institucionales que tenían a la posibilidad de impugnación electoral por parte de Donald Trump, como así parece que va a terminar produciéndose.

De igual modo, a medida que la volatilidad del mercado despierta y la pandemia golpea la solvencia económica, más de 1.400 millones de dólares salieron del ETF de bonos corporativos (LQD) de grado de inversión iShares iBoxx, según datos de Bloomberg. No obstante, llama la atención como en las últimas horas salieron 250 millones de dólares del activo. Una tendencia que llega en el momento de menos certidumbre en el país norteamericano.

Esta gran fuga eclipsa el récord anterior de 1.100 millones a fines de febrero, cuando el coronavirus provocó una agitación generalizada. Sin embargo, incluso sin las elecciones, LQD se ha vuelto silenciosamente de más a medida que las rebajas de calificación y el auge de las emisiones de deuda con calificación BBB (con grado de inversión) en el fondo alcanzó los 54.700 millones de dólares. Máximos históricos.

Es llamativo porque se trata del mayor ETF de deuda corporativa del planta. De las 2.321 posiciones, el ETF tenía 1.150 bonos con calificación BBB a finales de octubre. El aumento de las tasas de contagio, los nuevos confinamientos, y la no aceptación de Trump del resultado electoral podrían significar problemas para al menos algunos de estos bonos.

“Los bonos Triple B corren el riesgo de ser degradados a high yield y vendidos", tal y como asegura Seyffart, analista de ETFs. “En una era en la que buscamos más confinamientos y mayores daños económicos, supone definitivamente un riesgo”, asegura el analista.

“Los obstáculos que está poniendo Donald Trump para aceptar el resultado electoral también puede repercutir negativamente al mercado de bonos durante un tiempo”, exponen también los expertos de Atlantic Capital en una nota.

El Covid-19 daña cualquier tipo de aspiración

Este año ha habido más del doble de degradaciones a las empresas estadounidenses que en 2019 debido a la pandemia y al daño económico que esta ha infligido. Eso ha avivado los temores sobre una posible avalancha de los llamados “ángeles caídos”, empresas que han perdido su estatus de grado de inversión.

Al mismo tiempo, las empresas con calificaciones más bajas se han estado cargando de deuda barata después de que la Fed redujera los tipos para combatir las consecuencias económicas la crisis del coronavirus.

“Casi el 5% de LQD está ponderado para las empresas de petróleo y gas, el 3,5% para el comercio minorista y el 3,4% para los oleoductos (…) Es decir, compañías que se encuentran entre los sectores que podrían verse más afectados para combatir una segunda ola del virus”, según apunta Sameer Samana, analista de Wells Fargo Investment.

“Advertiríamos a los inversores sobre el impacto en el sector del ocio / viajes, junto con las empresas de energía e industriales / inmobiliarias”, destaca Samana. “Esas preocupaciones no se descartan en los mercados, no del todo”, agrega. Por ahora, los estímulos y la Fed han mantenido a los mercados crediticios eternamente esperanzados, pero ahora ya se empiezan a ver algunas grietas.

Margen de maniobra

Aun así, las últimas salidas fue pequeña en comparación con los miles de millones de dólares invertidos en LQD desde que la Reserva Federal anunciase que compraría ETFs de deuda para ayudar a estabilizar los mercados en medio de la agitación del coronavirus.

Si bien las compras del banco central se han desacelerado en los últimos meses, la expectativa generalizada es que volvería a aumentar las compras si se producen más turbulencias. Tanto los diferenciales de grado de inversión como los de high yield de los bonos del Tesoro se han estrechado hasta niveles cercanos a la pandemia.

Mientras tanto, las empresas tienen una fuerte motivación para mantener la calificación de grado de inversión, incluso en el nivel más bajo, y recortarán sus niveles de apalancamiento si es necesario, reconoce Peter Tchir, experto de Academy Securities.

La mayoría trabajará duro para retener el BBB porque significa acceso a políticas no financiadas, papel comercial, etc. Estas empresas tienen muchas palancas que pueden usar”, resumió Tchir, no sin antes concluir que “las empresas pueden volver al apetito por la deuda si lo necesitan”.

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