Demócrata o republicano

Trump o Biden, la recta final: ¿cómo se comportará Wall Street con cada uno?

Un estudio revela que el índice por excelencia de Wall Street, el S&P 500, sube un 11% en el primer año con un presidente demócrata, mientras que si es republicano el presidente cae alrededor del 1%. 

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Seguidores de Trump en Florida.
EFE

Al fin se ha llegado al tramo final de las dudas que tenían los inversores sobre el próximo presidente de Estados Unidos durante los próximos 4 años. Un acontecimiento del que todo el mundo estaba pendiente y que al fin se ha resuelto. Sin embargo, la duda ahora es cómo se pueden comportar los mercados con esta elección. ¿Se comportan igual las bolsas con un presidente demócrata o con uno republicano? 

Para comenzar, un estudio desarrollado por Saxo Bank revela que el índice por excelencia de Wall Street, el S&P sube un 11% en el primer año con un presidente demócrata, mientras que si es republicano el presidente cae un 1%. Por tanto, el resultado hacia el bando azul (demócrata) o rojo (republicano) puede suponer un cambio relevante para la bolsa.

En el segundo año esta diferencia tiende a disminuirse, y es en el cuarto año donde vemos subidas de un 10% con demócratas y de un 1% con republicanos. La razón de que generalmente el primer año con republicanos cae la bolsa estadounidense responde a que tienden a implementar políticas proteccionistas, cosa que luego más adelante se suele compensar un poco adoptando los republicanos medidas más pragmáticas.

Asimismo, un informe elaborado por Schroders refleja que en un espacio temporal amplio (de 1936 a 2007) el S&P se comportó mejor cuando el presidente es un demócrata. Y este mismo estudio habla también de los sectores, siendo los más favorecidos por demócratas las empresas de biotecnología, industriales y el sector salud, mientras que los favorecidos por los republicanos serían el sector farmacéutico y las aerolíneas (los más perjudicados las industrias de la bebida, comida y restaurantes, por las restricciones que se quieren imponer a la inmigración).

No obstante, regresando a las rentabilidades históricas, es cierto que los beneficios del mercado bajo el mandato Republicano está gravemente arrastrado por el descenso del 82,8% en los mercados que se vivió durante la presidencia de Herbert Hoover (que estuvo en la Casa Blanca durante el crash del 29). Eso sí, los rendimientos de los presidentes demócratas son en líneas generales mejores que los republicanos.

La cuestión es observar cómo se ha comportado la bolsa durante el mandato completo de los presidentes republicanos y demócratas desde el año 1900 hasta la actualidad. En este sentido, centrándose exclusivamente los números, el resultado es incontestable. Los presidentes demócratas han sido históricamente mejores para Wall Street que los republicanos.

Obama o Bush

De media, bajo una victoria republicana la rentabilidad anualizada ha sido del 3%, mientras que bajo una legislatura demócrata el retorno promedio anualizado ha sido del 6,8%. Más del doble.

Aunque siempre que se acercan las elecciones presidenciales existe un gran debate, en la gran manzana en particular y en Estados en general, sobre qué presidente puede resultar más favorable para el mercado de valores, a la vista de los datos históricos este debate es absolutamente inexistente.

Sobre una base histórica, los presidentes demócratas son mejores para el mercado de valores que los presidentes republicanos. El mantra sobre que los presidentes republicanos son mejores que los demócratas para los inversores sigue siendo uno de los errores más grandes que existe en el mundo de las inversiones.

Es cierto que todos los presidentes pasan por lo menos una parte inicial de su mandato asumiendo las consecuencias de las decisiones tomadas por las administraciones anteriores, pero este es un hecho común para todos los presidentes.

George W. Bush, por ejemplo, asumió el mandato con una burbuja tecnológica alimentada por un Gobierno de Clinton reacio a empujar a la FED (Alan Greenspan) a tomar decisiones que pudieran enfriar el auge económico observado durante la década de 1990”, resaltan los expertos de Jefferies.

De igual manera, la Administración de Obama también tomó el poder en plena crisis del estallido de la burbuja inmobiliaria que se gestó durante el último mandato de George W. Bush. Célebres son ya en Wall Street las palabras de Barack Obama pronunciadas el 3 de marzo de 2009 afirmando “buying stocks is a potientally good deal (comprar acciones es potencialmente un buen negocio).

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