El gigante canadiense del cannabis Canopy Growth anunció este jueves un multimillonario acuerdo para hacerse con el grupo Acreage Holdings una vez que la marihuana se legalice a nivel federal en Estados Unidos. El pacto da derecho a adquirir todas las acciones de la 'rival' estadounidense por 3.400 millones de dólares (3.025 millones de euros), según explicaron las dos empresas en un comunicado.
Este acuerdo ha gustado al mercado. Las acciones de Canopy se disparan más de un 8% en Wall Street y están cerca de alcanzar máximos históricos mientras que los títulos de Acreage vuelan cerca de un 6% y estos sí cotizan en su nivel más alto desde que debutara a comienzos de noviembre de 2018.
La operación supone una clara apuesta por la legalización de la marihuana en Estados Unidos por parte de Canopy, considerado el mayor productor legal de la sustancia en todo el mundo. "Hoy anunciamos una transacción compleja con un simple objetivo. Nuestro derecho a adquirir Acreage asegura nuestra estrategia de entrada en Estados Unidos tan pronto como haya vías permitidas a nivel federal", señaló el presidente y consejero delegado de la compañía canadiense, Bruce Linton.
Canopy pagará de forma inmediata 300 millones de dólares a los accionistas de Acreage, mientras que el resto se desembolsará si finalmente se completa la operación. Por el momento, las dos empresas seguirán trabajando de forma separada, dado que Canopy se expondría a problemas legales de convertirse en dueña de una compañía cuyas actividades no están autorizadas por las leyes federales de Estados Unidos.
Acreage, con sede en Nueva York, es propietaria de varios negocios de producción y venta de marihuana en Estados del país que han legalizado la sustancia para uso recreativo o médico. Por su parte, Canopy está considerada como la mayor empresa de marihuana a nivel mundial y el pasado año recibió una inyección de 4.000 millones de dólares de parte del gigante de las bebidas Constellation Brands, grupo que fabrica entre muchas otras la cerveza Corona.
Esta operación se produce pocos días después de que anunciara sus planes de expansión en España y la compra de una 'startup' agrícola en Alicante dedicada a la investigación de los usos industriales del cáñamo y la marihuana. Se trataba de Cafina (Cáñamo y Fibras Naturales SL), una empresa alicantina creada en 2015 en la Vega Baja del río Segura junto a los municipios de Catral y Callosa del Segura.
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