Las bolsas asiáticas despiden sesión con fuertes subidas impulsadas por la intervención del Banco Central de China y por la relativa calma en la guerra comercial entre las dos principales potencias del mundo. Es cierto que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a amenazar con aplicar nuevos aranceles a China si el presidente Xi Jinping no se reúne con él en la próxima cumbre del G20, pero al mismo tiempo y en una entrevista a la cadena estadounidense CNBC, se ha mostrado confiado en que finalmente haya un acuerdo con Pekín.
A la espera de ese encuentro, el banco central chino ha establecido una tasa de referencia para el yuan más alta de lo previsto después de que la moneda marcase nuevos mínimos anuales en su cambio frente al dólar. El billete verde se intercambia a 6,9172 yuanes y se compra y vende, además, a 108,57 yenes.
En lo que respecta a la renta variable, la bolsa de Shanghai avanza un 2,6% y algo menos, un 2,5% se anota el China A 50. El Hang Seng de Hong Kong se revaloriza un 0,9% y el Kospi surcoreano un 0,6%. Mientras, el Nikkei de Tokio sube un 0,34%.
Este apoyo del banco central de China a su moneda se produce, además, en un momento en que el propio Trump vuelve a cargar contra la Reserva Federal, a la que ha acusado de cometer un gran error por haber subido los tipos de interés demasiado rápido.
Importante es además esta mañana lo que está sucediendo con la cotización del petróleo, al haberse recortado la producción por parte del cártel de la OPEP a mínimos de los últimos cinco años. Esto está permitiendo un rebote del precio del oro negro, que en el caso de los futuros del barril de Brent hasta los 62,77 dólares; y en el caso del crudo ligero West Texas, de referencia en Estados Unidos, hasta los 53,66 dólares.
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