El precio del cobre alcanzó los 10.000 dólares por tonelada por primera vez en dos años, mientras se especula con que las minas del mundo tendrán dificultades para satisfacer una próxima ola de demanda de las 'industrias verdes'. El metal recuperó su posición en cifras de cinco dígitos en Londres después de un repunte en la actividad manufacturera global, así como destellos de escasez en el suministro minero, lo que ayudó a impulsar las ganancias en los últimos meses.
Pero el avance también está fortaleciendo a los alcistas del cobre como BlackRock Inc. y Trafigura Group, quienes afirman que el metal tendrá que subir aún más para estimular la creación de nuevas minas. Los operadores son optimistas sobre el crecimiento de la demanda, ya que se necesitarán millones de toneladas de nueva oferta en los próximos años para su uso en vehículos eléctricos, energía renovable y redes de energía ampliamente expandidas, justo cuando las principales minas se vuelven más costosas de construir o expandir. El último repunte significa que los precios de referencia han subido cerca del 20% este año.
El avance de este año ha sido respaldado por un optimismo cauteloso sobre la economía global, incluso cuando las expectativas de menores tasas de interés en EE. UU. se han postergado. En China, el mayor consumidor del mundo, el crecimiento del primer trimestre superó las estimaciones, lo que ayudó a respaldar la demanda. En cuanto a la oferta, el cobre tendría que alcanzar los 12.000 por tonelada para estimular inversiones a gran escala en nuevas minas y evitar futuros déficits, según Olivia Markham, gestor del BlackRock World Mining Fund.
Sin embargo, algunos participantes han señalado una discrepancia entre la forma alcista del cobre en los mercados de futuros y una imagen más cautelosa en el comercio físico. Las primas están disminuyendo, los inventarios permanecen relativamente altos y los precios al contado han estado en descuento con respecto a los futuros durante un período prolongado, una estructura de contango que indica un suministro adecuado.
Fusión minera
La industria de los metales está llena de rumores sobre una posible adquisición de Anglo American Plc por parte del gigante australiano BHP Group Ltd., por un valor de 31.000 millones de libras (36.000 millones de euros). Anglo ha rechazado la oferta argumentando que es una infravaloración significativa. El acuerdo, si se concreta, convertiría a BHP en el principal productor mundial de cobre, un metal que se necesita desesperadamente en mayores cantidades para un mundo que se está electrificando rápidamente.
El cobre puede hacer realidad todo tipo de soluciones verdes, desde la expansión de líneas de energía y transporte hasta la fabricación de energía limpia y autos eléctricos. BloombergNEF calcula que, según el uso actual del cobre, alcanzar los objetivos climáticos más ambiciosos del mundo requeriría un aumento cuádruple en el consumo. Eso es prácticamente imposible de lograr, por lo que la eficiencia, el reciclaje y la sustitución jugarán un papel importante, aunque la oferta aún tendrá que aumentar considerablemente.
CRU, una consultora de metales, prevé que la demanda aumentará alrededor de un 40% para 2050, incluso si las tecnologías más limpias no se implementan de manera agresiva. Todo ese crecimiento esperado ha encarecido el cobre. Los precios son un 50% más altos hoy que antes de la pandemia. Para evitar aumentos aún más pronunciados y el cuello de botella en la energía limpia que vendría con ellos, ha habido una carrera para encontrar nuevas tecnologías que puedan aumentar la oferta de cobre o reducir su uso. Hay algunas ideas que podrían marcar la diferencia.
Reciclar más cobre
El cobre ya se utiliza ampliamente y aumentar las tasas de reciclaje podría aliviar la escasez de cobre. Según la Asociación Internacional del Cobre, más del 30% de todo el cobre utilizado entre 2009 y 2019 fue reciclado. A medida que los productos que utilizan cobre llegan al final de su vida útil, es probable que aumenten las oportunidades para los recicladores. Eso, junto con el valor de otros minerales en las baterías, ha llevado a una nueva ola de empresas de reciclaje de alta tecnología que reclaman su participación.
Entre ellas se encuentra Redwood Materials, que es el mayor reciclador de baterías de iones de litio en América del Norte. Aunque el cobre representa solo una pequeña parte de los metales de las baterías, Redwood puede recuperarlo junto con otros metales más valiosos. Redwood tiene una máquina operativa en su instalación de Reno, que produce suficiente material para fabricar 13,000 vehículos eléctricos de largo alcance. Para 2028, planea tener 100 máquinas en funcionamiento. Además de ayudar a expandir la cadena de suministro de cobre, el reciclaje también tiene el potencial de reducir la huella de carbono de las baterías.
Usar menos cobre
El mundo todavía está en una etapa temprana de la transición energética. Eso significa que las tasas actuales de crecimiento en la demanda de cobre pueden dar una impresión falsa de cuánta demanda es probable que haya en 30 años. Es crucial destacar que los comerciantes de materias primas a menudo han encontrado que la solución para los precios altos es sustituir por alternativas más baratas cuando sea posible. "Si los precios elevados se mantienen a largo plazo, vamos a ver la sustitución por otros metales como el aluminio", apunta Kwasi Ampofo, jefe de metales y minería en BNEF.
Pero las opiniones están divididas sobre cuánta sustitución es factible. La sustitución y la reducción en el uso llevaron a una disminución de solo aproximadamente el 1,8% en la demanda de cobre en 2023, según el Grupo Asesor de DMM. Por otro lado, el Instituto Internacional del Aluminio estima que reemplazar el cobre en cables de construcción y transformadores podría aumentar las ventas de aluminio para esos usos en un 2% y un 30%, respectivamente. Independientemente de esos debates, hay una cosa en la que todos están de acuerdo. "Se espera que la demanda de cobre crezca", explica Ampofo.
Aumentar la oferta
Hay dos formas de refinar el cobre a partir de mineral crudo. La técnica más ampliamente utilizada es la pirometalurgia, que básicamente consiste en calentar el mineral usando combustibles fósiles a temperaturas muy altas y extraer el metal de cobre de él. La técnica menos utilizada es la hidrometalurgia, que implica tratar el mineral con productos químicos en agua y usar la selectividad de las reacciones para extraer el cobre. Aunque la pirometalurgia es más intensiva en energía y carbono, suele ser la mejor solución para los tipos más comunes de mineral de cobre.
La startup Jetti Resources, que ganó un premio Pioneros de BNEF el año pasado, afirma haber encontrado una manera de hacer que la extracción hidrometalúrgica de cobre sea más eficiente. Utiliza un catalizador para descomponer los materiales menos reactivos en algunos tipos de minerales de cobre abundantes y de menor grado. Eso podría aumentar la extracción en depósitos existentes, pero también extraer cobre de millones de toneladas de desechos ya excavados en minas existentes.
La startup ha recaudado más de 100 millones de dólares, incluidos fondos de la minera BHP, y ha desplegado su tecnología en dos minas. Ahora tiene más de 20 proyectos en varias etapas de desarrollo. Si resulta exitosa, podría aumentar la oferta de cobre utilizando minerales de bajo grado que anteriormente se consideraban económicamente inviables. Akshat Rathi escribe el boletín Zero, que examina la carrera mundial para reducir las emisiones que calientan el planeta. Es el autor del nuevo libro "Climate Capitalism".
