Apple se suma a la lista de empresas que han dado un giro a su cadena de producción para arrimar el hombro en la lucha contra la propagación del coronavirus. El gigante tecnológico ha diseñado su propio prototipo de mascarilla para los trabajadores sanitarios y estará en disposición de fabricar y enviar un millón de ellas ya desde finales de esta semana a los hospitales. El anuncio lo ha hecho el presidente ejecutivo de la firma de la manzana, Tim Cook, en un vídeo que ha compartido a través de su cuenta de Twitter.
Apple is dedicated to supporting the worldwide response to COVID-19. We’ve now sourced over 20M masks through our supply chain. Our design, engineering, operations and packaging teams are also working with suppliers to design, produce and ship face shields for medical workers. pic.twitter.com/3xRqNgMThX
— Tim Cook (@tim_cook) April 5, 2020
Cook ha destacado el esfuerzo de toda la compañía para sacar adelante esta producción tanto desde sus plantas de Estados Unidos como desde las de China. "Tenemos previsto enviar más de un millón (de mascarillas) para finales de esta semana y más de un millón por semana después de eso", asegura, a la vez que explica que en la compañía con sede en Cupertino (California) se están "coordinando estrechamente con profesionales médicos y funcionarios del gobierno de los EEUU para llevarlas donde se necesita con mayor urgencia. Esperamos expandir rápidamente la distribución más allá de los Estados Unidos".
El protector es una simple lámina de plástico que requiere menos de dos minutos de ensamblaje antes de que pueda usarse para cubrir la cara. Apple ya entregó las primeras unidades producidas a las instalaciones del hospital Kaiser en el Valle de Santa Clara la semana pasada. Cook también asegura que Apple se ha comprometido ya a donar más de 20 millones de mascarillas.
La compañía, que también lanzó hace unos días una nueva aplicación para contribuir a la prevención de la enfermedad y que incluye varios recursos para ayudar a las personas a mantenerse informadas y tomar las medidas adecuadas para evitar los contagios, se ha visto duramente afectada en lo económico por la extensión de la pandemia, que ya obligó a cerrar las fábricas de alguno de sus principales proveedores en China (como Foxconn) ya desde comienzos de año, así como sus tiendas en todo el mundo. Además ya ha dejado claro que no será capaz de cumplir con las previsiones de ventas en el primer trimestre de entre 63.000 y 67.000 millones.
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