Cos aplaude que las empresas sean cada vez menos dependientes de los bancos

  • Las compañías españolas se han decantado por otras vías a los créditos bancarios como es dar su salto a los mercados o emitir deuda. 
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos / EFE
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos / EFE

La desintermediación bancaria en Europa y, sobre todo, España ha sido uno de los grandes ejes de la intervención de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en la apertura del Bloomberg Capital Markets Forum de Madrid. El papel de las entidades bancarias ha sido, históricamente, relevante en la intermediación de los flujos financieros de las economías pero en los últimos años se observa un aumento de la preferencia de las empresas europeas por financiarse en los mercados de capitales. 

 El gobernador del Banco de España ha destacado que "la financiación con valores de renta fija ha pasado del 8% de la deuda financiera total de las empresas europeas a finales de 2007 al 12% en el tercer trimestre de 2018". Nuestro país no ha sido ajeno a esta tendencia global de desintermediación bancaria, de modo que "la proporción que representan los valores de renta fija sobre la deuda financiera del sector empresarial se ha elevado durante el mismo período en diez puntos porcentuales". 

Este panorama ha provocado que desde 2010 se haya producido un descenso de nueve puntos porcentuales en el peso que tienen las entidades bancarias dentro de los activos financieros totales del sector financiero. En esta evolución ha jugado un papel importante el Programa de Compras de Deuda del Eurosistema, que "ha contribuido a fomentar la financiación de las empresas mediante emisiones de renta fija al reducir su coste con respecto a la bancaria". De hecho, y según análisis realizados por economistas del propio Banco de España "el programa también contribuyó a mejorar el acceso a la financiación bancaria de las pymes, ya que los bancos destinaron una proporción elevada de los recursos liberados con la amortización de los créditos de las empresas emisoras de valores a la financiación de las empresas de menor tamaño que no tienen acceso a los mercados de valores". 

Entre los factores más permanentes que el explican el auge de los mercados de capitales en Europa estaría "la nueva regulación bancaria internacional introducida como respuesta a la crisis. Los nuevos requerimientos regulatorios para mejorar la resistencia de los bancos frente a las perturbaciones negativas contribuyen a reforzar la estabilidad financiera, pero también limitan la capacidad de los bancos para competir en la intermediación de algunos flujos financieros.

Los mercados alternativos también han jugado un papel importante y han sido señalados por Pablo Hernández de Cos en su intervención ya que tanto en renta fija como en renta variable "el lanzamiento de estos mercados, que se orientan a atraer empresas de tamaño medio, también están contribuyendo al desarrollo de los mercados de capitales". No obstante, el tamaño de estos mercados es aún reducido en la mayoría de países europeos.

La crisis también ha influido en esta desintermediación ya que "puso de manifiesto las mayores dificultades de acceso a la financiación externa para aquellas empresas que dependían exclusivamente del crédito bancario frente a las que contaban con una estructura financiera más diversificada". De hecho, recalca que "estos problemas fueron más acusados para aquellas empresas, principalmente pymes, que operaban con un número limitado de entidades bancarias que se habían visto más afectadas por la crisis, ya que las posibilidades de sustituir a sus prestamistas habituales por otros nuevos no siempre fue fácil debido a problemas de información asimétrica". 

Este nuevo escenario ha sido positivo para la financiación de determinados proyectos de inversión llevados a cabo por empresas innovadoras o de nueva creación, para los que la disponibilidad de crédito bancario puede ser más limitada. De hecho, destaca que "estas ventajas para los demandantes de fondos pueden tener efectos positivos para el conjunto de la sociedad, en la medida en que redunden en un crecimiento económico más elevado y más estable".

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