El Banco de Inglaterra tirará de prudencia al pisar Johnson el acelerador del Brexit

Mark J Carney
Mark J Carney
BANCO DE CANADÁ - Archivo

Al Banco de Inglaterra (BoE) le va a tocar tirar de nuevo de prudencia en su reunión de hoy, la primera tras las elecciones que han dado la mayoría absoluta a Boris Johnson, y después de que el primer ministro en funciones haya decidido dar un nuevo golpe sobre la mesa y pisar el acelerador del Brexit para evitar cualquier prórroga. En el mercado se preveía que el banco central rebajase los tipos en dos ocasiones a partir del año que viene, aunque no antes de mediados del ejercicio, y ahora, algunos datos macro muestran síntomas ya de cansancio en la economía de las islas y pueden obligar al organismo a tener que reajustar su hoja de ruta.

Es de prever, sin embargo que al igual que sucedió en noviembre, la decisión que en unas horas anuncie el emisor británico tampoco se haya producido por unanimidad; y los expertos consultados no descartan que esta vez haya más voces en el seno del Consejo de Gobierno de la entidad que apuesten por la rebaja de tasas desde el 0,75% al que se sitúan actualmente los tipos de interés en Reino Unido.

Es el escenario que dibujan, por ejemplo, los expertos de Bank of America, puesto que no preveían ninguna rebaja en el precio del dinero hasta el próximo mes de mayo para esperar a ver cómo evoluciona la economía tras las elecciones. Ahora, dos elementos sugieren que una reunión de política monetaria más moderada esta semana y que esos recortes de tasas se adelanten en el tiempo: de un lado, los datos macro más débiles de lo esperado (con una caída mayor de lo previsto del PMI manufacturero que, de hecho es la más pronunciada desde 2009, y un retroceso del de servicios a su nivel más bajo desde justo después del referéndum de 2016); y por el otro, el hecho de que Boris Johnson haya maniobrado para evitar una nueva prórroga del Brexit y acelerar al máximo el proceso de salida de la Unión Europea. De hecho, este viernes el Parlamento votará su acuerdo de 'divorcio' con los Veintisiete.

El hecho de que el primer ministro electo quiera acortar al máximo el periodo de transición puede generar más debilidad económica y, según BoA "sugiere pocas razones para que el Banco de Inglaterra pase a ser más optimista en relación a un aumento de la inversión. De hecho, podría ser un motivo más para la precaución".

En su reunión de noviembre, el Comité de Política Monetaria del BoE mantuvo los tipos de interés en el 0,75% al haber llegado Reino Unido y la Unión Europea a un nuevo acuerdo sobre el 'Brexit' que sirvió para aplazar la marcha del país del bloque comunitario hasta el 31 de enero. Por primera vez desde junio de 2018 esa decisión no fue unánime (dos de los nueve miembros del órgano de Gobierno de la entidad votaron a favor de rebajar al 0,50% el precio del dinero). 

El mes pasado hubo respaldo de todos los miembros del órgano rector del BoE para mantener en 10.000 millones de libras esterlinas (11.582 millones de euros) la emisión de reservas del banco central para financiar la compra de deuda corporativa, así como de continuar con el programa de 435.000 millones de libras esterlinas (503.814 millones de euros) de compra de bonos soberanos.

Desde la consultora de análisis de mercado MacroYield apuntan a que la libra ya ha alcanzado niveles que no se registraban desde 2016 en su cruce frente a euro, por lo que no espera que, tras el reciente recorrido al alza pueda avanzar mucho más. Actualmente su cambio ronda las 1,1768 unidades.

Las negociaciones comerciales que nos esperan

El banco central británico deberá lanzar además sus perspectivas económicas con el nuevo escenario sobre la mesa. El Brexit, al fin y al cabo, no ha hecho más que empezar puesto que ahora queda una fase dura de negociaciones sobre las relaciones comerciales que Reino Unido y la UE mantendrán en adelante. En principio, Johnson y su equipo aspiran a un modelo de relación comercial similar al de Canadá, pero mejorado (lo denominan Canadá +).

Estas aspiraciones implican un Brexit duro (fuera del mercado común y de la unión aduanera) aunque ordenado; que once meses de negociaciones -como en principio se preveían- se queden cortos; que despierte nuevamente el fantasma del Brexit desordenado; o que esa idea de acuerdo "mejorado" vuelva a tocar líneas rojas para la UE, "sobre todo para no avivar los deseos de 'Exit' de algunos países", apuntan desde la consultora. En cuarto lugar, implica que "cuanto más alejado esté el Brexit de la UE, más podría crecer el interés independentista, sobre todo de Escocia", añaden.

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