El euro se hunde esta mañana a mínimos de abril de 2017 en su cruce frente al billete verde, con los inversores huyendo hacia el refugio que les proporciona el dólar ante la expansión del coronavirus -que ha provocado el fallecimiento ya de más de 1.300 personas y que afecta a más de 60.300- y el temor a su impacto sobre la economía. La moneda comunitaria ha llegado a cotizar en las últimas horas al nivel de 1,0865 dólares, por lo que se deprecia un 3% en relación a los niveles a los que se movía a principios de año.
La pérdida de valor del euro se produce, además, después de que la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, haya vuelto a defender estos días que el organismo mantenga la política de estímulos que viene aplicando, al mismo tiempo que insta a los gobiernos con margen a respaldar esa acción con su política fiscal.
El debilitamiento del euro puede tener un efecto positivo sobre los países del área al abaratar sus exportaciones, pero al mismo tiempo y en el caso de países como España elevará algo su factura energética, puesto que el petróleo se importa en dólares. Bien es cierto que en este caso concreto, la neumonía originada en la ciudad china de Wuhan está lastrando también el precio del oro negro, al haber caído un 20% el consumo diario de China -que en circunstancias normales demanda 14 millones de barriles al día- por el cierre de fábricas y empresas y la cuarentena que afecta en la provincia de Hubei a más de 60 millones de personas y que se extiende aún a otras zonas del país.
Así, el precio del barril de crudo Brent cotiza en 55,72 dólares, es decir, que regresa a los mínimos que marcó en diciembre de 2018 cuando se temía por una recesión global a causa, entre otras cosas, de la guerra comercial entre Estados Unidos y China; mientras que el de crudo ligero West Texas lo hace a 51,22 dólares.
"La magnitud del impacto que éste tendrá en la economía global y los mercados financieros es imposible de predecir en esta temprana etapa. La reacción en los mercados de renta fija, materias primas y divisas ha sido influenciada por el miedo y la alta incertidumbre", apuntan desde la gestora independiente Unigestión. Esto es lo que ha llevado a las monedas más defensivas, como el dólar o el yen japonés a recuperarse "de forma agresiva frente a las divisas de más riesgo".
La incertidumbre que rodea a esta enfermedad y a sus consecuencias económicas no solo está impulsando a estas divisas, sino que también está provocando un movimiento de los inversores hacia los bonos estadounidenses o alemanes y hacia el oro. Precisamente, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha reconocido esta semana durante su comparecencia semestral en el Congreso que el brote de coronavirus podría generar "perturbaciones" en el país asiático que se "extenderían al resto de la economía global", aunque incidía en que la incertidumbre comercial se ha "rebajado".
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