El oro suma y sigue: el órdago de Irán mete más presión al 'refugio' tradicional

  • Teherán ha anunciado que dentro de diez días va a superar el límite de uranio enriquecido que el acuerdo nuclear le permite almacenar
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en imagen de archivo. /EFE
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en imagen de archivo. /EFE

La guerra comercial entre Estados Unidos y China no tiene de momento visos de aflojar y a esta coyuntura adversa se suma el polvorín de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio. Al ataque (y los sabotajes previos) a dos petroleros en el Golfo de Omán se suma ahora el órdago lanzado por Irán a la comunidad internacional. Teherán ha anunciado en las últimas horas que dentro de diez días va a superar el límite de uranio enriquecido que el acuerdo nuclear le permite almacenar. EEUU ha enviado 1.000 efectivos militares a la zona, lo que preocupa aún más a la comunidad internacional.

No es un anuncio sin más, puesto que va a ser de hecho la primera vez que viola el pacto que firmó con las grandes potencias en 2015 y con ello trata de que otros firmantes le compensen por la salida de EEUU. La tensión es tal que los inversores han vuelto a mirar al oro y a refugiarse en los lingotes hasta que escampe el temporal. Así, el precio del metal precioso en el mercado de futuros está ya apenas a 1% de su cotización máxima del año, que marcó el pasado 19 de febrero en los 1.356,8 dólares por onza al cierre. Hoy se mueve también al alza hasta los 1.349 dólares.

La pasada semana ya vimos un estirón en su cotización a causa del ataque (que muchos atribuyen también a Irán) a dos petroleros japoneses en el Estrecho de Ormuz, el paso angosto entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán por el que transita la inmensa mayoría del petróleo que se produce en Oriente Medio. Este hecho provocó que el lingote tocase máximos anuales intradía en 1.357 dólares, si bien cerró lejos de esos niveles.

En lo que va de año el activo refugio por excelencia se ha revalorizado casi un 4% desde los 1.299,3 dólares por onza a los que despidió el año pasado. No ha sido el único movimiento de los inversores tratando de ponerse a cubierto si tenemos en cuenta la evolución de la deuda, con la rentabilidad del bono español a 10 años tocando mínimos históricos (hoy se sitúa en el 0,52%, en niveles que hace solo un año ni hubiéramos imaginado) y de la referencia a nivel europeo, el Bund alemán, que se mantiene en terreno negativo con un interés del -0,254%.

El oro espera así en zona de máximos el resultado de la reunión de la Reserva Federal estadounidense, que se pronunciará mañana sobre el panorama a nivel mundial y podría anunciar o al menos dejar entrever una próxima rebaja de tipos, algo que afectaría al dólar y con ello a la cotización del oro.

El hecho de que la Reserva Federal haya cambiado su discurso y se muestre abierta a bajar los tipos de interés en el caso de que haya una escalada de las tensiones comerciales, y el consiguiente debilitamiento que esto provocaría en el billete verde, también reduce desde el punto de vista de los expertos los riesgos de que se produzca un retroceso de la cotización del oro en el corto plazo. Los analistas permanecen también atentos al precio del petróleo por la demora de los productores de la OPEP en anunciar un nuevo recorte a la producción que sirva también para poner algo de calma a la tensión.

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