A través de la SEPI

El Estado supera los 105 millones en dividendos de Ebro Foods desde 2013

El grupo de alimentación abonará la próxima semana la segunda remuneración al accionista a cargo del último año, después de que la junta aprobara el desembolso ordinario de casi 88 millones anuales.

Un varapalo para Ebro Foods: la AN ratifica la reclamación de Hacienda por seis millones
Fábrica de Ebro Foods en San Juan de Aznalfarache, en Sevilla.
Ebro Foods

Ebro Foods, dueño de marcas como Sos, Brillante, La Fallera o La Cigala, ha aportado a las arcas públicas más de 105 millones de euros desde 2013 gracias a sus dividendos. El Estado es el tercer mayor accionista del grupo alimentario, con lo que se ha beneficiado de los más de 1.000 millones de euros que ha repartido entre sus accionistas en los últimos siete años. El último cobro lo recibirá la próxima semana, cuando ingresará algo más de 3 millones de euros. 

El Estado forma parte del accionariado de Ebro Foods desde 2006 a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aunque esta participación, a su vez, es indirecta, ya que el control lo ostenta la compañía Alimentos y Aceites, que forma parte del grupo de empresas públicas que componen la SEPI. Su primera adquisición fue de casi el 8,5%, que ha ido incrementando paulatinamente hasta alcanzar en 2013 el 10,36% que mantiene en la actualidad. En total, controla casi 16 millones de títulos que le han dado derecho a los dividendos repartidos por la compañía todos estos años. 

De manera habitual, Ebro Foods desembolsa una retribución ordinaria que en los últimos cinco años ha sido de 0,57 euros por acción, divididos en tres pagos. Este año, la junta general de accionistas debe aprobar la distribución de ese dividendo anual en metálico, supone un desembolso total de 87 millones de euros, con cargo a los resultados de 2020. De esta retribución ordinaria ya se ha abonado el primer pago, y la próxima semana se satisfará el segundo, con lo que la SEPI habrá ingresado más de 6 millones en lo que va de año

No obstante, el mayor desembolso que ha obtenido el Estado se realizó el año pasado, a cargo del ejercicio de 2019. Entonces, el grupo alimentario pagó una retribución al accionista histórica, de casi 2 euros. Al dividendo ordinario se sumó una retribución extraordinaria de 1,94 euros por acción que la junta general de accionistas de Ebro Foods aprobó. En total, un desembolso de 300 millones que situó a la compañía que preside Antonio Hernández Callejas a la cabeza de la bolsa española en remuneración al accionistas. De ese pago, el Estado logró un 'pellizco' de 31 millones.

Este importe vino motivado por los buenos resultados de la empresa en el año de la pandemia y a las desinversiones realizadas, en especial la de parte del negocio de pasta seca en Estados Unidos, que reportó un ingreso de 195 millones de euros. La estrategia de desinversión continúa este año. En marzo anunció la venta de la marca Ronzoni, el negocio de pasta seca que mantenía en EEUU, y de su planta de Winchester en Virginia (Estados Unidos), con lo que estima obtener una plusvalía neta de 25 millones de euros

No es la primera vez que la compañía se deshace de parte de su negocio. Su actividad actual, es líder en alimentación en España y primera empresa de arroz en el mundo, difiere de su origen. Como la propia compañía señala, Ebro Foods es "el resultado de una transformación que comenzamos en el año 2000", cuando Azucarera Ebro Agrícolas y Puleva se fusionaron. Desde entonces ha llevado a cabo numerosas desinversiones, entre ellas la venta de su negocio de azúcar a Associated Brittish Foods, dueña de Primark, o su sección de lácteos, Puleva, a la francesa Lactalis

Además del beneficio obtenido por las últimas desinversiones, su negocio continúa creciendo y en el primer trimestre incrementó un 10,6% su beneficio. Esta tendencia se suma al despunte de la compañía el año pasado, cuando sacó partido a la Covid-19 por el gasto de los hogares.

Otros accionistas 'vip'

La SEPI no es la única beneficiada de la política retributiva de Ebro Foods. Su mayor accionista es Corporación Financiera Alba, el holding de la familia March, que en el próximo pago recibirá 4 millones de euros y en total ingresará más de 12 millones en todo el año a cargo del último ejercicio gracias a su participación del 14%. Corporación Económica Delta, que la familia Carceller controla a través de la Sociedad Damm, es el segundo mayor accionista con el 11,7% de los títulos en su poder. Esto le permitirá ingresar 83,4 millones de euros por el segundo dividendo ordinario a cargo de 2020.

Otros accionistas destacados son la familia Hernández Callejas, que controla un 16% a través de dos ramas y dos sociedades (Hercalianz y Tradifin), mientras que Ignacio Comenge participa en la compañía con 5,2% del capital. La familia Gómez Trénor, socios históricos de Comenge en Coca-Cola, mantienen el 7,8% del capital.

Pese a la retribución que han obtenido los accionistas de Ebro Foods desde 2013, ha repartido más de 1.000 millones de euros, este desembolso supone un descuento de su valor bursátil. Los dividendos suponen un pago en efectivo, transfiriendo parte de su capital al bolsillo de sus accionistas. De esta manera, su valor se recorta previo paso por Hacienda que tributa esos ingresos. En la actualidad cuenta con una capitalización de más de 2.700 millones tras haber recortado el importante anterior en los últimos años. 

Mostrar comentarios