Reducen su participación en la Bolsa

Las familias españolas obvian el Ibex 35 en plena fiebre por las Letras del Tesoro

Los hogares acumulan acciones de los 35 valores que integran el índice por valor de 87.400 millones, montante que ha permanecido estable este año en contraste con la demanda registrada por la renta fija de corta duración. 

Ibex 35
Las familias españolas obvian el Ibex 35 en plena fiebre por las Letras del Tesoro. 
Ibex 35

Menos Ibex 35 y más Letras del Tesoro. Esta es la tónica que parecen haber seguido las familias españolas en su estrategia de inversión durante este 2023. La subida de los tipos de interés ha desembocado en una escalada de rentabilidad de la renta fija sin precedentes en la última década que ha devuelto el brillo a las subastas del Tesoro. El dinero conservador ha encontrado de nuevo en el papel una alternativa con la que sacar partido a los ahorros, tal y como han corroborado las colas de personas particulares para abrirse una cuenta en el Banco de España.

Casi diez meses después de la celebración de la primera puja del ejercicio, que tuvo lugar el pasado 10 de enero, los hogares españoles ya se han convertido en los principales tenedores de Letras del Tesoro. Según datos del Banco de España, las familias tenían hasta septiembre 20.348 millones invertidos en este producto, más del 28% de la cantidad total en circulación, que roza los 71.000 millones. El montante que atesoran se ha incrementado más de un 1.000%, desde los 1.826 millones que acumulaban al cierre de 2022, repunte que contrasta con el experimentado por la tenencia en acciones del Ibex 35.

El valor de la inversión de los particulares en empresas del índice de referencia de la Bolsa española ha pasado de los 78.647 millones al cierre de diciembre a 87.471 millones al término del mes de pasado. Esto supone un aumento del 11,2%, avance en línea con el experimentado por el selectivo (14,57%) en el mismo periodo, lo que implica que la inversión ha permanecido estable. En cualquier caso, se trata del segundo importe más alto, sólo por detrás de la cifra de febrero (88.766 millones), desde diciembre de 2018, la primera fecha que recoge la estadística que elabora el organismo.

Los datos confirman la tendencia detectada por Bolsas y Mercados Españoles (BME), en su último informe, que arroja una reducción de la participación de las familias en la Bolsa española. Al cierre de 2022 (último dato disponible), los inversores minoristas controlaban el 16,2% de las acciones puestas en circulación por cotizadas nacionales, el segundo dato más bajo de toda la serie histórica. Su peso se ha reducido prácticamente a la mitad desde el máximo del 33,9% contabilizado en 1999, en plena “eclosión” de las privatizaciones, y diluye uno de los principales “rasgos diferenciales” del parqué madrileño.

Este comportamiento atiende básicamente a dos factores: la ausencia del inversor minorista en los estrenos bursátiles de la última década y la "progresiva convergencia" a la tendencia que impera en el resto de países europeos, donde la participación directa de los inversores individuales en Bolsa se ha situado tradicionalmente por debajo de la contabilizada en España. El paso a un lado se ha producido en aras de los compradores extranjeros, que ya tienen en su poder más de la mitad de las acciones en circulación de empresas españolas. La proporción es similar en el caso del Ibex 35, ya que tienen en cartera más de 303.600 millones frente a un total de 570.138 millones. 

Las expectativas en los tipos marcarán la demanda de Letras

Aunque todavía no se sabe si Fundéu incluirá las Letras del Tesoro en el listado de candidatos a 'palabra del año', no cabe duda de que han revolucionado las carteras de los minoristas después de años en un segundo plano. La escalada de la rentabilidad de la renta fija ha dado paso a un escenario favorable para la entrada de nuevos inversores, especialmente, a corto plazo, que es la categoría en la que se enmarcan las letras. Hasta la fecha, la mayoría de las casas de análisis se ha decantado por los tramos de corta duración ante la previsión de que los intereres de la deuda seguirían al alza en línea con la subida de los tipos llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE). 

Después de que el organismo con sede en Fráncfort haya ejecutado diez aumentos consecutivos de la tasa de referencia del dinero, hasta situarlos en el 4,5%, el nivel más alto desde el ejercicio 2001, ya se descuenta la pausa como la decisión más probable de cara a la reunión del próximo jueves. La incertidumbre ahora está en cuándo comenzarán el proceso inverso, es decir, las bajadas. Una vez que los inversores comiencen a vislumbrar este escenario, los intereses de la deuda se relajarán. 

"Las Letras se mantendrán como una opción atractiva hasta que se materialicen las expectativas de una bajada en los tipos", señala el fundador y CEO de la firma de asesoramiento independiente, Nextep Finance, Víctor Alvargonzález. En este escenario, la duda está en si una vez que la fiebre por las Letras alcance el pico de demanda, el dinero de los inversores se canalizará hacia la renta variable o, por el contrario, seguirán explorando otras opciones dentro de la renta fija. 

Mostrar comentarios