La Reserva Federal (Fed) ha elevado los tipos de interés en medio punto, hasta un rango del 0,75% y 1%, en lo que supone su mayor movimiento monetario en 22 años. Además ha ordenado reducir su balance de inmediato, a partir del 1 de junio, para contener la inflación del 8,5% a un ritmo de 47.500 millones de dólares en bonos del Tesoro y deuda hipotecaria durante tres meses y, a partir de septiembre, lo elevará a 95.000 millones al mes, una cifra que ya se manejaba en el mercado pero que cumple con el escenario de un movimiento agresivo del banco central.
"Aunque la actividad económica general disminuyó en el primer trimestre, el gasto de los hogares y la inversión fija empresarial se mantuvieron fuertes. La creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo ha disminuido sustancialmente. La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, precios más altos de la energía y presiones generales de precios", señala el consejo que preside Jerome Powell en su comunicado.
"La invasión de Ucrania por parte de Rusia está causando enormes dificultades humanas y económicas. Las implicaciones para la economía estadounidense son muy inciertas. La invasión y los eventos relacionados están creando una presión alcista adicional sobre la inflación y es probable que pesen sobre la actividad económica. Además, es probable que los bloqueos relacionados con Covid-19 en China exacerben las interrupciones de la cadena de suministro", añade la institución.
Adelgazar el balance de 9 billones
La autoridad monetaria ha inyectado más de 5 billones de dólares en la economía de EEUU durante 2020 y 2021 para mejorar las condiciones de financiación y evitar un colapso como consecuencia de la pandemia del Covid-19. El plan de reducción de balance es equivalente a una subida adicional de tipos, como lo calificó el propio Powell cuando anunció la medida en la reunión anterior. En concreto, la Fed comenzará a deshacerse de 30.000 millones de dólares al mes de bonos de Tesoro en junio, julio y agosto. Después elevará esta cantidad a los 60.000 millones mensuales.
En el caso de la deuda hipotecaria, el banco central comenzará soltando 17.500 millones de dólares mensuales durante tres meses para duplicar este ritmo hasta los 35.000 millones a partir de septiembre. En conjunto, la autoridad monetaria venderá alrededor de 47.500 millones en activos durante tres meses y subirá esta cifra hasta los 95.000 millones después.
La retirada de estímulos y el drenaje de la liquidez en el mercado de deuda es quizá la medida más compleja y delicada. "Para garantizar una transición sin problemas, el Comité tiene la intención de desacelerar y luego detener la disminución en el tamaño del balance general cuando los saldos de las reservas están un poco por encima del nivel que considera consistente con unas amplias reservas. Una vez que haya cesado la liquidación de balances, es probable que los saldos de las reservas continúen disminuyendo durante un tiempo, reflejando el crecimiento de otros pasivos de la Reserva Federal, hasta que el Comité juzgue que los saldos de las reservas se encuentran en un nivel amplio", explica el banco central en su nota explicativa.
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