Último movimiento agresivo

La Fed valora anticipar señales de pausa en otoño tras la subida de tipos de julio

El banco central volverá a anunciar esta tarde un movimiento ultra-agresivo de 75 o 100 puntos básicos, según los expertos, pero Powell moderará el perfil para la vuelta de verano ante los signos de recesión.

Jerome Powell, Fed
Jerome Powell, gobernador de la Fed
CONTACTO vía Europa Press

Cita histórica, una vez más, con la Reserva Federal (Fed) de Jerome Powell. El gobernador que está llamado a convertirse en plusmarquista de los banqueros centrales en subidas y bajadas de los tipos de interés vuelve a acaparar esta tarde toda la atención de los mercados. La autoridad de EEUU apostará hoy por un movimiento al alza de de 75 o 100 puntos básicos si se cumplen las previsiones de los expertos, aunque moderará su discurso de cara a septiembre ante los signos de un riesgo de recesión cada vez mayor.

Habrá quien recuerde que el diagrama de puntos de la Fed, el mapa oficial de previsiones de los gobernadores, diagnosticó en junio que los tipos pueden llegar al rango del 3,25% al 3,5% a final de año, casi 175 puntos básicos por encima del nivel actual. Sin embargo, como ha aseverado el propio Powell en varias conferencias, no hay que obsesionarse con el consenso interno del banco central puesto que puede cambiar. Lo que sí está claro es la Fed cumplirá con un agresivo movimiento esta tarde pero puede dejar la puerta abierta a una pausa con simple gesto de Powell, que luego se corroborará con los próximos datos de inflación y empleo, los dos ejes sobre los que está desplegando el ciclo de endurecimiento monetario.

“Todavía no es el momento de matizar, en palabras del propio Powell, pero las señales siguen apuntando a que ese matiz se convertirá en una fuerza bajista cada vez más poderosa en los próximos meses y el dato de la inflación no cambia eso”, señala Garrett Melson, estratega de Natixis Investment Managers Solutions. “Los datos siguen sugiriendo que veremos una mayor desaceleración en el futuro y el calendario comienza a ayudar con una brecha de 8 semanas entre las reuniones de julio y septiembre en las que se verán cuatro datos más de inflación y mostrarán signos de esa desaceleración esperada”, añade.

Si la Fed ejecuta una subida de 75 o 100 puntos básicos este miércoles, pero apunta a un alza de medio punto o 0,25 en septiembre, algunos expertos creen que el mercado podría recuperar algo de apetito por el riesgo y las bolsas algo de la 'alegría' perdida. Lo que a priori está descartado de la mayoría de pronósticos puede convertirse en la verdadera sorpresa de Powell para la reunión de hoy. 

“Creemos que la Fed querrá reajustar su política lo antes posible, lo que aboga por una subida de 100 puntos básicos para situar el tipo de interés oficial justo por encima del 2,5% (la estimación de la Reserva Federal del tipo neutral a largo plazo)”, según Tiffany Wilding, economista de Pimco. Las contramedidas que busca introducir la Fed contra la inflación con un rápido ajuste monetario están enfocadas, sobre todo, a enfriar el mercado laboral e inmobiliario ante la ineficacia de la política monetaria con la energía.

Hay casas de análisis como ING que ya auguran, por ejemplo, que la Fed comience a bajar tipos en el verano de 2023 porque para entonces la economía de EEUU puede estar sumida en una recesión. La magnitud del enfriamiento determinará la velocidad de actuación de Powell y sus colegas de la autoridad monetaria. 

La reciente caída de los precios de los carburantes en EEUU en junio y la fortaleza del dólar frente al resto de divisas, salvo el rublo, evidencia que la ofensiva monetaria puede tener fecha de caducidad. Rusia, afectada por las sanciones occidentales y una desproporcionada revalorización del rublo, ha tenido que echar mano de cinco recortes consecutivos de tipos de interés para intentar oxigenar su economía. EEUU, libre de cargas comerciales, ha experimentado un boom exportador de materias primas hacia Europa tanto en el gas natural licuado (GNL) como en el petróleo.

Los últimos datos que ya están sobre la mesa de la Fed son los de ventas minoristas. El aumento de inventarios por parte de las grandes cadenas de distribución se ha topado con la debilidad de la demanda, en especial, del bolsillo de los hogares. Las cuentas de compañías como Walmart, Dollar General o Target están ofreciendo pistas a los inversores de por dónde van los tiros en la economía real americana. 

La inflación, en máximos de cuatro décadas, finalmente está haciendo mella en la capacidad de compra de los estadounidenses. A su vez, esto ha desencadenado una fuerza capaz de abatir los actuales niveles de crecimiento del IPC cercanos a los dos dígitos. Los descuentos en los precios de los inventarios sin vender se extienden y han llegado para quedarse. 

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