Grifols cumple con lo prometido en el marco de su plan de inversiones para este 2023 y anuncia la venta del 20% de Shanghái Raas a Haier por 1.800 millones de dólares (alrededor de 1.600 millones de euros). De este modo, la firma catalana seguirá ostentando una participación de casi el 6,6% en la compañía, mientras se prevé que empleará el montante obtenido en reducir su apalancamiento para que llegue a cuatro veces el ebitda al cierre de 2024, frente a las 6,7 veces contabilizadas al cierre de septiembre, tal y como se había comprometido.
Según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación supone una prima de de casi el 15% sobre las acciones de Raas, hasta los 9,405 Renminbi (alrededor de 1,2 euros por acción). La firma catalana mantendrá un consejero en el máximo órgano de decisión del grupo, así como los acuerdos estratégicos de colaboración comerciales entre Grifols y Raas, según se ha pactado en las negociaciones. El pacto también incluye una cláusula por la que tanto el grupo de hemoderivados como Haier no pueden traspasar las acciones por un plazo mínimo de tres años.
En esta línea, otro de los puntos negociados es la extensión al menos por diez años de la distribución exclusiva de albúmina, con unos volúmenes mínimos de suministro garantizados hasta 2028. No obstante, en el comunicado enviado estiman que se puede alargar durante veinte años en un contexto de demanda creciente de esta proteína, especialmente, en China, mercado que supone el 50% del consumo mundial. La cantidad obtenida es superior a los 1.500 millones de dólares anunciados con anterioridad y le permitirá reducir deuda en más de un 18%, desde los 9.540 millones que registraba al cierre del tercer trimestre.
Desde que trascendieran las negociaciones para desprenderse de parte de estas acciones en el país asiático los rumores apuntaban a varias empresas chinas. Los rumores apuntaban al grupo estatal China Merchants, aunque en sus inicios también se especuló con China Resources. El propio Thomas Glanzmann, presidente y consejero delegado de Grifols, aseguró durante la presentación de resultados con los analistas que estudiarían todas las ofertas puestas sobre la mesa.
La multinacional española completó su desembarco en el fabricante chino de derivados de plasma a principios de 2020, cuando se hizo con el 26,2% de esta compañía a cambio de ceder al socio chino una participación no mayoritaria en Grifols Diagnostic Solutions que incluye un 45% de los derechos económicos y un 40% de los de voto, algo que no cambiará pese a este movimiento. "China sigue siendo esencial en nuestra estrategia de crecimiento", ha apuntado Raimon Grífols, Chief Corporate Officer de la compañía.
Los títulos de la compañía se disparan más de un 8,6% y superan los 15,4 euros por acción, tocando máximos desde julio de 2022, justo cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés. El encarecimiento de la financiación había penalizado en bolsa a Grifols, al ser una compañía altamente endeudada. En el año suben más de un 43% y figuran como el quinto valor que más se revaloriza por detrás de Laboratorios Rovi, Inditex, ACS y BBVA con avances que oscilan entre el 67% y el 46%.
Este 2023 ha sido un ejercicio de cambios de calado para Grifols con programas de ahorro de costes que han conllevado más de 2.000 despidos a nivel mundial, así como en la cúpula, con la concentración de todo el poder ejecutivo en Thomas Glanzmann, que tomó las riendas tras la dimisión por "motivos de salud" de Steven F. Mayer de la presidencia. La familia Grífols, por su parte, se ha echado a un lado, pasando los dos consejeros delegados Víctor Grífols Deu y Raimon Grífols a ocupar el cargo de director de operaciones y director general corporativo, respectivamente. El último movimiento anunciado ha sido la renuncia de Víctor Grífols Roura como miembro del Consejo de Administración por jubilación.
