Justo un mes después de establecer un objetivo para el índice S&P 500 en 2024, los estrategas de Goldman Sachs aumentaron su pronóstico a medida que el rally de fin de año no muestra señales de disminuir. En una nota, un equipo liderado por David Kostin mencionó que el giro más moderado de la Reserva Federal (Fed) la semana pasada, junto con precios al consumidor más bajos, permitirá que los rendimientos reales caigan mientras respaldan las valoraciones de las acciones.
"Las acciones ya estaban reflejando actividad económica positiva, pero ahora reflejan perspectivas aún más robustas", expresaron en su informe. Kostin prevé ahora que el S&P 500 alcance los 5.100 puntos para finales del próximo año, uniéndose a colegas de Wall Street como los de Bank of America y Oppenheimer Asset Management en la expectativa de un nuevo máximo en 2024.
El estratega de Goldman aumentó su pronóstico casi un 9% desde el nivel de 4.700 puntos que predijo a mediados de noviembre cuando el índice cotizaba en torno a los 4.400, mientras que ahora el S&P 500 se encuentra ya por encima de 4.700 puntos tras una subida acumulada de más del 20% en apenas dos meses.
Además, existe el riesgo de que su pronóstico de un crecimiento del 5% interanual en las ganancias para 2024 resulte demasiado pesimista, gracias a condiciones financieras más flexibles que podrían impulsar la actividad económica y las ganancias empresariales, según Kostin. El estratega mencionó anteriormente que su equipo acertó al predecir que el S&P 500 no mostraría crecimiento de ganancias en 2023, pero se equivocó al decir que el índice no subiría este año.
Las acciones estadounidenses han subido considerablemente este año, impulsadas por las expectativas de un cambio de política más moderado y por el optimismo en torno a la inteligencia artificial, lo que ha impulsado las acciones tecnológicas. El S&P 500 está a menos del 2% de su máximo histórico, mientras que el Nasdaq 100 alcanzó su primer récord en dos años después de que la Fed señalara que es probable que sus agresivas alzas de tasas para contener la inflación hayan terminado y que se contemplen recortes para 2024.
A pesar del rally, Kostin señaló que este año se han vertido $1.4 billones en fondos de mercado monetario a medida que subían las tasas de interés, mucho más que los 95.000 millones de dólares que fluyeron hacia las acciones estadounidenses. "A medida que las tasas comiencen a caer, es posible que los inversores roten parte de sus tenencias de efectivo hacia acciones", comentó.
Incluso Michael Wilson, estratega de Morgan Stanley, una de las voces más pesimistas en Wall Street este año, dijo que el giro más moderado es una señal de que la Fed quiere asegurarse de cambiar de política a tiempo para lograr un aterrizaje suave. "Este es un resultado alcista para las acciones", ya que aumentan las posibilidades de evitar una recesión si el banco central prioriza sostener el crecimiento sobre reducir la inflación a su objetivo, afirmó.
Wilson dijo que, aunque existe el riesgo de que el giro más moderado permita que la inflación eventualmente se acelere nuevamente, aún así es "una noticia bienvenida para los inversores en acciones, especialmente dada la reacción del mercado de bonos a la orientación moderada". Parece que los mercados consideran que la Fed no está cometiendo un error de política, escribió. Su objetivo para 2024 sigue siendo 4.500 puntos, lo que implica una caída cercana al 5% desde el último cierre.
