¿Qué impuestos tengo que pagar si empiezo a invertir en criptomonedas?

Las criptomonedas surgieron como una alternativa de pago al dinero en curso legal. En concreto, ofrecen una forma de pago sin soporte físico que funciona a partir de un algoritmo matemático, el blockchain o la cadena de bloques. Sin embargo, su popularidad ha ido en aumento en los últimos años como inversión, pese a las advertencias de los reguladores sobre su volatilidad.

Por ejemplo, el Banco de España (BdE) define las criptomonedas como un "activo especulativo de alto riesgo" y avisa que no está respaldado por un banco central. Y la CNMV destaca el "carácter muy arriesgado y especulativo", por lo que cree que no resultan adecuados como inversión ni como medio de pago o intercambio para la mayoría de los consumidores minoristas.

Pese a ello, en la actualidad, según el portal CoinMarketCap, vale cerca de unos 1,17 billones de dólares. El bitcoin es la moneda digital de mayor capitalización, por encima de los 580.000 millones de dólares. Las cifras actuales llegan tras una cierta recuperación después de un periodo convulso. Y ante este crecimiento se ha intensificado su vigilancia sobre la tributación.

IRPF o Impuesto sobre el Patrimonio para las criptos

En concreto, la Agencia Tributaria exige tributar tanto por el intercambio de una criptomoneda por otra distinta, a cambio de un bien o por un derecho (permuta de bienes), así como su venta a cambio de euros, sí genera una renta para el vendedor. Pero según el uso, el tratamiento fiscal puede variar.

Por un lado, como ocurre con otros productos de inversión, las ganancias obtenidas por las criptomonedas están sujetas al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El año pasado Hacienda creó la casilla 1626 para el borrador del IRPF 2021. Las ganancias conseguidas se declaran en el apartado de Rendimientos del capital mobiliario.

En la declaración de la Renta se declaran las ganancias o pérdidas obtenidas del 1 de enero al 31 de diciembre del año anterior. Es mejor que el usuario solicite a su bróker o exchanger que le facilite un listado de las operaciones realizadas para saber el importe que se debe declarar. En caso de haber perdido dinero al vender la criptomoneda, el inversor puede compensar esa pérdida con las ganancias de otras transmisiones. Si el resultado global es de pérdidas, se pueden compensar hasta el 25% con las ganancias de los rendimientos del capital.

Pero, además, la Agencia Tributaria reserva la casilla 46 del Impuesto sobre el Patrimonio para la declaración de criptoactivos, en caso de llegar al mínimo exigido. En ese caso, se debe declarar el saldo de cada moneda virtual diferente de la que sea titular el inversor a día 31 de diciembre del año en que se declara. La valoración de las criptomonedas dependerá del precio de mercado a final de año y su valor equivalente en euros.