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¿Y si la inflación continúa más tiempo? La estrategia para el inversor de bonos

La fuerte subida de los precios ha superado las estimaciones y normalmente debería hacer sudar la gota gorda al mercado y a los bancos centrales, pero por lo pronto no ha sido así.

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¿Y si la inflación dura más de lo previsto? La estrategia perfecta para el inversor de bonos
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El centro de todas las incertidumbres en los mercados está representado por los temores a que los bancos centrales se estén equivocando ligeramente en sus previsiones y que la inflación sea más duradera de lo que se prevé. Algo que podría terminar repercutiendo en determinados activos como el mercado de bonos. ¿Qué es recomendable hacer a la hora de invertir ante un escenario inflacionario más permanente en cuanto a la renta fija?

La fuerte subida de la inflación ha superado las estimaciones y normalmente debería hacer sudar la gota gorda al mercado y a los bancos centrales, pero por lo pronto no ha sido así. La Fed y los inversores prevén un aumento temporal de la inflación seguido de una vuelta al 2% en 2022, lo que permitirá al banco central proceder con tranquilidad a la normalización de su política monetaria.

Los datos sobre la inflación podrían hacer que los inversores consideren que las repeticiones de la Reserva Federal parezcan vanas. En junio, por ejemplo, se registró un aumento anual de los precios del 5,4%, frente a las expectativas del 4,9%, y aunque el IPC se ha ralentizado, también se situó por encima de las expectativas en julio, de nuevo en el 5,4% (5,3% esperado). Entonces, ¿está justificado que la Reserva Federal afirme continuamente que cualquier repunte inflacionista será transitorio?

Pero más allá de la reapertura, los problemas en las cadenas de producción parecen explicar una parte importante de la aceleración de la inflación y pueden resultar más persistentes de lo previsto en un entorno de mucha demanda. Según Julien-Pierre Nouen, jefe economista de Lazard Frères Gestion la evolución de los salarios, cuando se acabe el subsidio de desempleo, nos permitirá hacernos una idea del futuro de la inflación: “si será transitoria o duradera”.

“Si solamente tenemos en cuenta los desajustes entre oferta y demanda a la hora de valorar los actuales datos de inflación, parece razonable pensar que nos encontremos ante un evento transitorio, pero, los nuevos salarios más altos permanecerán, por lo que parece comprensible pensar que esa inflación de costes se mantenga en el tiempo”, destaca José Belascoain del equipo de relación con inversores de Cobas Asset Management.

Nunca en la historia ha habido tanto dinero en el mundo y nunca en la historia ha sido tan barato. Esta creación desmedida de nuevo dinero impreso por parte de los agentes responsables de política monetaria parece derivar en una pérdida de valor de la moneda, que en última instancia de una forma u otra verá su reflejo en los precios de los bienes y servicios.

“La inflación, atendiendo a los efectos de la pandemia, parece que pueda ser transitoria pero las actuaciones de los bancos centrales parecen llevarnos a una pérdida de poder adquisitivo de la moneda a largo plazo”, apunta Belascoaín.

La hoja de ruta para los inversores en bonos

Ante esta situación los gestores de bonos lo tienen claro: la ansiedad en torno a la inflación es comprensible; ya que normalmente se traduce en pérdidas en los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que a su vez puede provocar pérdidas en los productos de crédito cuando el diferencial es demasiado estrecho para absorber cualquier movimiento posterior de los tipos.

“Es cierto que el número infinito de titulares que genera este tema puede provocar la burla de algunos, pero creemos que es un debate que merece la pena mantener y, en mi opinión, si hay una cuestión en la que los inversores deben centrarse en lo que queda de 2021, es ésta”, asegura Mark Holman, CEO de TwentyFour AM, boutique de Vontobel AM.

Durante meses, el presidente de la Reserva Federal, Powell, y otros miembros de la Fed han suministrado al mercado una dieta cada vez más familiar basada en platos de tranquilidad y el compromiso continuo de apoyar la recuperación postpandémica durante el tiempo que sea necesario.

“Desde nuestro punto de vista, está claro que las presiones inflacionistas que ha experimentado el mercado desde enero hasta mayo se han visto influidas principalmente por cuestiones transitorias, en las que la combinación de los efectos de base y los problemas de la cadena de suministro han distorsionado el conjunto”, dice Holman.

“Sin embargo, tampoco tenemos claro que todas las subidas de precios que se están produciendo actualmente vayan a ser efímeras, por lo que pensamos que hay suficientes indicios de que parte de esta inflación podría ser más duradera”, ahonda.

La escasez de suministros clave, como los semiconductores, y el aumento de los precios de las materias primas apuntan a la dificultad de reiniciar las cadenas de suministro mundiales cuando las economías no se reinician al mismo ritmo. Si combinamos esto con un sistema bancario mundial que, a diferencia del periodo posterior a la crisis financiera, parece estar bien capitalizado y dispuesto a conceder créditos, habría suficientes razones para anticipar que la inflación sería más persistente de lo que indica la postura de la Fed.

De este modo, los inversores en renta fija tienen que reconocer que el doble mandato de la Reserva Federal hace que la prioridad de Powell sea fomentar el pleno empleo en la medida de lo posible y garantizar que la recuperación se produzca de manera uniforme entre la población estadounidense, según Holman.

“Desde nuestro punto de vista, la reflexión más pertinente está relacionada con la gestión de la exposición a lo que la historia indica que son los sectores más sensibles a la duración, porque esperamos que la Fed sea mucho más tolerante a la inflación de lo que nosotros, como gestores de bonos, podemos permitirnos”, aconseja el experto de TwentyFour AM.

A su modo de ver, considerar la posibilidad de recortar la exposición incluso a sectores de alta calificación y sensibles a la duración y a los bonos del Tesoro de larga duración parece, al menos en nuestra opinión, bastante prudente. “Para nosotros tiene sentido gestionar las carteras con un aumento marginal de la liquidez para buscar oportunidades de valoración atractivas en caso de que se presenten”, concreta.

“Seguimos creyendo que los sectores de crédito seguirán evolucionando positivamente, en particular los que son tradicionalmente procíclicos y conservan niveles de diferencial positivos, como los AT1 y las CLO europeas”, sentencia.

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