James Chen (Allianz Global Investors)

"La IA va a tener un mayor impacto en los mercados que en su día internet"

El muro de preocupaciones en forma de inflación, tipos de interés, guerra y recesión en el corto plazo desvía la atención sobre una de las grandes de tendencias tecnológicas: la inteligencia artificial.

James Chen, gestor de Allianz Global Investors.
James Chen, gestor de Allianz Global Investors.
L. I.

Los ruidos de corto plazo no hacen cambiar el radar de los inversores que se centran en las temáticas de más largo alcance. Ese es el esquema bajo el que se mueve James Chen, gestor de Allianz Global Investors, que explica cómo la Inteligencia Artificial puede suponer una gran revolución para los inversores si nos centramos en el futuro.

P: Las subidas de tipos y la inflación son dos factores que preocupan ahora mismo a los inversores: ¿cómo afecta a la inversión temática?

R: El ejercicio 2022 está siendo particularmente complejo para la inversión temática. En buena medida, las caídas en las bolsas mundiales se explican por el negativo entorno de mercado, liderado por sentimiento, que ha cotizado una larga lista de incertidumbres (riesgos geopolíticos, tensiones inflacionistas, endurecimiento de políticas monetarias, ralentización macro...) y ha aparcado momentáneamente los fundamentales.

Las caídas en los mercados también se deben a las incertidumbres en torno a la normalización de la política monetaria de la Fed: el mercado está cotizando que los esfuerzos para combatir la inflación (subida de tipos más reducción de balance) incrementan significativamente el riesgo de una fuerte desaceleración de la economía y de incluso potenciales problemas de crédito o liquidez.

En nuestra opinión, si bien es posible que las actuaciones en política fiscal y monetaria van a impactar en las previsiones de crecimiento, consideramos que las compañías y los consumidores se encuentran bien posicionados para hacer frente a un escenario macro más adverso, considerando la fortaleza del mercado laboral y la solidez de los balances empresariales. Los resultados empresariales continúan siendo sólidos y el mercado ya ha descontado un eventual punto de inflexión (si finalmente se materializa un descenso de beneficios, no debería tener demasiado impacto negativo).

P: ¿Por qué la inteligencia artificial puede ser una de las tendencias a tener en cuenta para el futuro desde el punto de vista de la inversión?

R: Pensamos que la inteligencia artificial va a suponer un impacto mayor sobre la economía mundial y los mercados que el que en su día tuvo internet. Es una revolución que impactará a todos los sectores de actividad. En nuestro caso, diseñamos una estrategia que pretende invertir en toda la cadena de valor de la Inteligencia Artificial. Nuestro objetivo es construir una cartera que no sea sólo de valores tecnológicos. 

Buscamos compañías en cuyo modelo de negocio la IA vaya a convertirse en una ventaja competitiva diferencial, ya sea en términos de generación de ingresos o reducción de costes. Además, esta es una tecnología disruptiva que aún se encuentra en sus estadios iniciales de desarrollo, por lo que resulta más interesante el potencial futuro para una compañía que la “foto” actual. Por ello, no utilizamos un filtro cuantitativo, no fijamos un umbral mínimo en términos de exposición a IA.

P: ¿Cuál es la capacidad de crecimiento de la inteligencia artificial?

R: Si ampliamos la visión y analizamos lo ocurrido en el pasado, podemos comprobar cómo el principal catalizador para el éxito de las mayores compañías en el mundo ha sido precisamente su capacidad para innovar. Y esta capacidad de ser disruptivas les ha permitido capear burbujas financieras, conflictos bélicos, crisis financieras y pandemias en los últimos 25 años. Por eso nos centramos en tratar de identificar aquellas compañías que puedan beneficiarse de la innovación tecnológica impulsada por la inteligencia artificial, que va a permitir generar valor a largo plazo.

Todavía nos encontramos en los estadios iniciales de desarrollo de esta tecnología. Y es precisamente en estas fases iniciales donde debemos ser conscientes de que nos enfrentaremos a mayores dosis de volatilidad e incertidumbre. Pero a largo plazo, el potencial se mantiene intacto.

P: ¿Qué subsectores o áreas pueden verse beneficiadas de este impulso?

R: A la hora de analizar el universo potencial de compañías susceptibles de ser incorporadas en cartera, distinguimos tres grandes bloques o niveles dentro de la Inteligencia Artificial: Infraestructura de la IA (Big data, semiconductores, computación en la nube, Internet de las cosas y tecnología móvil), Aplicaciones de la IA (automatización inteligente, robótica, etc.) y Beneficiarios de la IA, compañías fuera del sector típicamente tecnológico que integran la IA en su modelo de negocio (como la publicidad, agricultura, energía, medios, automoción, aeroespacial, comercio minorista, transporte, construcción, finanzas, industria, servicios legales, sanidad, educación, o inmobiliario).

¿Podría poner el ejemplo de algunas compañías que estén bien posicionadas para crecer mediante la inteligencia artificial y por qué?

R: Preferimos no comentar sobre valores concretos.

P: ¿Es un área volátil pensando en el largo plazo o un inversor de poco riesgo puede apostar por esta temática?

R: A corto plazo, creemos que mientras las principales incertidumbres que preocupan al mercado no se disipen, seguiremos operando en un entorno con alta volatilidad. Especialmente, en lo que respecta al proceso de subida de tipos de la Fed. Creemos que estamos en un proceso de formación de suelo, pues las valoraciones se encuentran ya próximas a niveles históricos de soporte. A medio y largo plazo somos más optimistas. Además, reitero que todavía nos encontramos en los estadios iniciales de desarrollo de esta tecnología, donde siempre hay más volatilidad e incertidumbre, pero a largo plazo, creemos firmemente en su gran potencial de crecimiento.

P: ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de apostar por la inteligencia artificial como inversión?

R: Los beneficios a largo plazo son indudables, como decía anteriormente, esta estrategia pretende invertir en toda la cadena de valor de la Inteligencia Artificial, cuyos fundamentales y potencial a largo plazo continúan intactos. Al no ser un puro fondo tecnológico, se amplia y diversifica el universo potencial de compañías susceptibles de ser incorporadas en nuestra cartera. Distinguir entre esos tres grandes bloques (Infraestructura de la IA, Aplicaciones de la IA y Beneficiarios de la IA) y tener un posicionamiento basado un proceso de puro de selección de compañías nos permite beneficiarnos del crecimiento de sectores y valores con mayor potencial.

Los riesgos, como en la mayor parte de las inversiones, vendrán determinadas por el momento de entrada y salida del inversor, pero si se tiene una cartera diversificada por tipo de compañía y sector en los tres niveles mencionados anteriormente, estos riesgos se minimizan. Además, la gestión activa hace que constantemente se revisen las posiciones en cartera para dar más estabilidad. Recientemente, hemos incrementado el peso de algunos sectores, como el financiero o el de energías renovables, y la exposición a las compañías de mayor capitalización, buscando reducir la volatilidad gracias a su carácter defensivo.

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