Reunión de junio

Italia exprime el 'plan Draghi': esquiva la recesión y gana músculo ante el G-7

Los índices de confianza empresarial están en su nivel más alto desde hace más de tres años y los organismos internacionales están revisando al alza sus estimaciones para la economía transalpina

Mario Draghi
Italia exprime el 'plan Draghi': esquiva la recesión y gana músculo ante el G-7
EFE

Lentamente, ma sicuramente... Sin prisa pero sin pausa Italia, tercera economía por tamaño de la zona euro, gana peso en el terreno político y económico internacional desde la llegada al poder el pasado mes de febrero de Mario Draghi y su gestión de la pandemia. El país ha logrado esquivar la recesión en el primer trimestre del año con un suave avance de su PIB del 0,1% gracias al empuje de la inversión, y se postula como un 'jugador fuerte' tanto a nivel europeo, como de cara a la inminente cumbre del G-7 que se celebra este fin de semana en Reino Unido. 

El último dato de PIB ha batido las expectativas de su propia oficina de Estadística (Istat) que preveía un retroceso de la actividad del 0,4%, lo que hubiera llevado al país a acumular dos trimestres consecutivos de caídas tras la contracción del 1,8% registrada entre octubre y diciembre del pasado ejercicio. La clave de esta mejora está en el aumento de la formación bruta de capital fijo (la inversión tanto privada como pública) que avanzó un 3,7% hasta marzo, muy por encima del aumento del 0,4% registrado a finales del pasado ejercicio.

"Los índices de confianza empresarial están en su nivel más alto desde hace más de tres años. Los emprendedores planifican inversiones, señal de que vuelven a ser más optimistas", aseguraba el propio Draghi tras conocerse el dato. El propio gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, había apuntado solo unas horas antes que la actividad productiva se está "fortaleciendo" en el país. De hecho, los organismos internacionales están revisando al alza sus estimaciones para la economía italiana. La Comisión Europea prevé que este año rebote un 4,2%, y que ya en 2022 avance otro 4,4%.

El suave avance de la riqueza italiana se produjo a pesar de que el país no inició su reapertura progresiva hasta el 26 de abril tras meses de duras restricciones para contener el avance de la pandemia. En este tiempo ha acelerado de forma notable en su proceso de vacunación -hay más del 20,4% de ciudadanos adultos que han recibido las dos dosis-, que fue una de las principales prioridades que se marcó el Ejecutivo capitaneado por el exbanquero central. 

Las cifras vienen a confirmar el inicio del rebote económico después de haber sido una de las naciones europeas más castigadas por la pandemia, con un desplome de su PIB de casi el 9% y una deuda que aumentó hasta el 155,6% del PIB en 2020 (desde el 134,6% del ejercicio previo). Las medidas para rebajar el impacto económico de las restricciones han disparado el pasivo del país hasta los 2,6 billones millones de euros, la ratio más elevada de la zona euro tan solo por detrás de Grecia

Si tiene éxito la apuesta de la UE por Roma habrá dado frutos

Tanto es así que Italia es, junto con España, el estado que más se beneficiará de los fondos Next Generation del plan de recuperación europeo, puesto que recibirá un total de 205.000 millones de euros. El Gobierno de coalición ha creado un organismo de control que se encargará de supervisar el ambicioso programa de reformas de 248.000 millones de euros que ha proyectado el Ejecutivo.  La nueva secretaría técnica, que dependerá de la oficina del primer ministro, permanecerá operativa durante cinco años. Así, sobrevivirá al actual Gobierno, cuyo mandato debe finalizar antes de 2023.

De momento, Italia emerge como la gran potencia  cuyas decisiones políticas serán claves para el futuro de la Unión Europea. Draghi asumió el poder para sacar al país de la grave situación económica, política y sanitaria que atravesaba y su reputación ha allanado todo el proceso de toma de decisiones y le permitirá, según los expertos consultados, encarar algunas reformas estructurales esenciales. Su éxito en términos políticos implicará que la apuesta decidida de la Comisión de respaldar a Italia habrá dado sus frutos, y que el impulso para una mayor integración sigue siendo factible.

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