Cambios en el sistema

La 'kryptonita' del Bitcoin: el euro o el dólar digital podrían amenazar su poder

Los proyectos de los bancos centrales buscan proteger la centralización del sistema monetario actual y diferenciarse de las criptomonedas, que las entidades considera activos, no divisas.

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EFE

El ascenso del Bitcoin en los últimos meses parece imparable, sube casi un 850% en un año, pero la criptomoneda más utilizada podría tener su talón de Aquiles: las monedas digitales que preparan los bancos centrales. Según un informe de Bank of America (BofA), el euro o el dólar digitales serían "kryptonita" para el Bitcoin y supondrán "una ruptura importante de su 'status quo'. La futura implantación del dinero digital respaldado por los reguladores cuestiona el sentido del Bitcoin en ese contexto, ya que de esa manera se descentraliza en parte el sistema y elimina la intermediación de los bancos comerciales.

El precio del Bitcoin alcanzó los 60.000 dólares hace unos días y, pese a que ahora están en los 58.000, continúa un ascenso que se inició en noviembre de 2020. Desde entonces ha experimentado un 'rally' por encima del 165%. Los inversores mantienen su apuesta por este activo, pero su futuro dependerá de su aceptación como medio de pago, el motivo de su nacimiento. De hecho, la aceptación de Bitcoins en los servicios de Tesla, Mastercard y el banco BNY Mellon impulsó su precio. Sin embargo, ese objetivo podría desaparecer si los usuarios ya cuentan con otro medio digital descentralizado. 

En la actualidad, el dinero electrónico que utilizan la mayoría de usuarios, a través del teléfono o tarjeta, precisa de la intermediación de los entidades bancarias, mientras que cuando se usa efectivo, es dinero del banco central. Esa estructura, se acabaría con la irrupción de, por ejemplo, el euro digital. "La idea detrás de una CBDC es que, de alguna forma, se da a los usuarios minoristas acceso a un activo del banco central", una decisión, no obstante que BofA valora como "muy radical".

El euro o dólar digital parece cada vez más cerca. Los proyectos de varios bancos centrales, especialmente el del BCE, están en proceso, basándose también en la tecnología blockchain, aunque con respaldado por las autoridades monetarias, ante el deseo de "defender su territorio". "Las monedas digitales del banco central (CBDC por sus siglas en inglés) tienen como objetivo proteger a los bancos centrales contra las 'stablecoins' (monedas estables) que pretende lanzar el sector privado (como Diem de Facebook, antigua Libra), puesto que los bancos centrales ven al bitcoin como un activo de inversión, no como moneda", señala el informe de BofA.

"Para nosotros, el euro digital no es una opción, es algo que simplemente tenemos que hacer", afirmó recientemente Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, en una entrevista en el medio portugués Publico. No obstante, destacó que la apuesta por una moneda digital europea no era una reacción a las criptomonedas, sino a que "la digitalización se ha vuelto cada vez más relevante". La autoridad bancaria europea busca diferenciarse de los criptoactivos, a los que no considera monedas. "Bitcoin no es una moneda sino un activo altamente especulativo", afirmó Christine Lagarde, presidenta del BCE. 

Pero el BCE no es el único que estudia una moneda digital. El Banco Central de China una prueba piloto para realizar transacciones con yuanes digitales. Por su parte, la Reserva Federal de EEUU nunca se ha mostrado especialmente entusiasta sobre esta cuestión, pero aún así no se cierran a elloJerome Powell, presidente de la Fed, señaló que están "comprometidos a resolver los problemas tecnológicos y a consultar de manera muy amplia con el público y de manera muy transparente con todos los interesados sobre si deberíamos hacer esto". 

"La demanda es clave para los movimientos de precios"

Si finalmente se llevasen a cabo estos proyectos, los inversores cambiarían su visión sobre las criptomonedas y podrían asignar un precio diferente, especialmente al Bitcoin que registra precios récord. En relación al precio, el informe de BofA destaca que "la oferta del Bitcoin es artificialmente escasa y es la demanda quien impulsa los precios". De manera habitual, los mercados están condicionados por la oferta y la demanda, pero el Bitcoin está diseñado para ser cada vez más restrictivo, con un límite de 21 millones y con una oferta que se reduce a la mitad cada 4 años. Así, "los cambios de demanda son clave para los movimientos de precios". 

En ese sentido, señalan que "importantes anuncios institucionales y los recortes de recompensas de los mineros han provocado movimientos ascendentes". Además, "Bitcoin sigue estando limitado por su complejo proceso de liquidación (criptominería) y solo puede manejar 14.000 transacciones por hora, respecto a los 236 millones declarados por Visa", añade el informe.

Por otra parte, pese al carácter innovador con el que surgió el Bitcoin, su impacto medioambiental no parece actualizado a las nuevas exigencias de inversión. Su huella de carbono, según el informe de BofA, ascendería a cerca de 60 millones de toneladas de CO2, lo mismo que Grecia. Este es un problema que afecta también a otras criptomonedas, como Ethereum, cuya emisión se sitúa en las 9,5 millones de toneladas de CO2. En cuanto a las dimensiones sociales y de buena gobernanza, la calificación del bitcoin ha mejorado hasta un nivel medio, ya que la entidad considera que es positivo que se democratice el dinero y se garantice la anonimidad de su propiedad. No obstante, el informe señala que el 95% de los bitcoin en circulación está en manos del 2,4% de las cuentas.

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