Inyección de 300 millones del Santander

Operación Moon: los Escarrer esquivan la ampliación de Meliá con el apoyo de Botín

La hotelera logra un balón de oxígeno de cara a su refinanciación y refuerza su balance ante la subida de tipos de interés o el precio de los alquileres con una venta parcial de tres hoteles icónicos a Banco Santander.

El presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer.
El presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer.
Círculo Ecuestre vía Europa Press

No es la primera vez que Meliá incorpora a un socio-inversor en alguna filial para aliviar temporalmente su carga financiera. La novedad es que esta vez ha firmado una alianza en firme y de largo plazo con Santander, uno de los bancos de referencia con los que trabaja la hotelera y que forma parte además del 'pool' de acreedores con los que negocia una refinanciación de más de 1.000 millones de euros. 

Como anunció el lunes, la hotelera venderá el 38% de una nueva filial al fondo Moon GC&P Investments, propiedad al 100% de la entidad cántabra, por 300 millones de euros. Esa nueva sociedad contendrá 3 hoteles icónicos del grupo: Me London (Londres), Gran Meliá Palacio de Isora (Tenerife) y Cala Galdana (Menorca). La venta se articulará  con una emisión de acciones de clase B, títulos de tipo preferente con derechos económicos más elevados, dividendo prefijado pero sin derecho a voto. 

Meliá y Santander valoran de facto el 100% de la nueva empresa en unos 780 millones de euros. Según el último informe de tasación de CRBE para la hotelera de 2022, el grupo poseía 12.722 habitaciones valoradas en 307.725 euros cada una, un 21% más que en 2018. Su cartera de activos inmobiliarios y hoteles en propiedad está tasada en 4.041 millones de euros, mientras que los forman parte de 'join-ventures', como la que se plantea ahora con el Santander, valían otros 600 millones adicionales.

Abril, mes clave

La empresa prevé finalizar la transacción el próximo 11 de abril, fecha en la que ya habrá presentado sus resultados anuales en un ejercicio récord para el sector turístico en España. Fuentes financieras apunta a 'La Información' que también para esa fecha tiene previsto cerrar su nueva estructura financiera. Meliá avanza ahora con paso firme hacia la reestructuración de su pasivo con los bancos prestamistas y esquiva la temida ampliación de capital de la empresa matriz que llegó a barajar en 2023 por el aumento del gasto financiero ante la subida de tipos y alquileres.

Meliá tiene una deuda neta (sin contar la NIIF 16 relativa a los arrendamientos) de 1.230 millones de euros, que supone algo más de las 2,5 veces de su Ebitda anual estimado, y cuenta con una liquidez de 358 millones a fecha de 30 de septiembre. Si se añade el pasivo asociado a la normativa contable de los alquileres, su deuda neta sube por encima de los 2.700 millones y de los 3.000 en términos brutos.

Evitar la subida de tipos

El desembolso por concepto de gasto bancario durante los primeros nueve meses de 2023 ascendió a 55 millones de euros, superando el total de 2022 (45 millones) debido al aumento de las tasas de interés. Por otra parte, la revisión de los arrendamientos de algunos de sus establecimientos hoteleros conforme a la inflación elevará este rubro por encima de los 32 millones este año, un 10% más que en el periodo anterior.

Durante el tercer trimestre de 2023, el conglomerado generó ingresos por 568 millones (+6,9% interanual), su Ebitda alcanzó los 168 millones (+1,9%) y el beneficio neto fue de 52,4 millones. Los expertos prevén que, en el conjunto del año, los ingresos aumenten un 11% anual, hasta alcanzar los 1.885 millones, con un Ebitda aproximado de 477 millones y un beneficio de 104 millones.

Según publicó Iván San Felix, analista de Renta 4 Banco, "el enfoque de reducir deuda es adecuado", y recomendó que la compañía "debería aprovechar la buena evolución del negocio y las favorables perspectivas para desapalancarse". Después de hablar con la compañía, el analista dijo que Meliá había transmitido su intención de refinanciar solo los vencimientos de corto plazo (37 millones en 2023 y 338 millones en 2024), además de que descartó realizar una ampliación de capital que hubiese tenido un efecto dilutivo para el accionista. 

Esa incertidumbre ha mantenido bajo presión a la cotización de Meliá hasta ahora. La compañía cerró este lunes en bolsa en los 6,12 euros por acción con una capitalización de 1.330 millones de euros. La hotelera cuenta también con algunos 'hedge funds' que operan en corto y que podrían verse forzados a recomprar su participación, como Otus Capital, que tiene el 0,51% en posición bajista. Hasta finales de 2023, Lazard y Citadel mantenían posiciones en corto sobre el grupo.

La operación Moon con Santander anunciada ahora viene a suplir esa necesidad de capital para fortalecer su balance y permitirá reducir deuda, además de poder financiar su planes de crecimiento con la apertura de nuevos hoteles. El pasado septiembre, Meliá anunció el relevo en la dirección financiera de Sonia Jérez, que apenas estuvo tres meses en el cargo como CFO, por Ángel Luis Rodríguez, responsable de participadas y alianzas. Jérez regresó este año a su anterior compañía Viva Aerobus, la aerolínea propiedad del magnate mexicano del transporte, Roberto Alcántara Rojas (IAMSA), con el cargo de Chief Strategist Officer (CSO).

De esta manera, Meliá reproduce la estrategia de involucrar a un inversor externo que aporte capital. En 2015, la cadena hotelera mallorquina estableció una sociedad conjunta llamada Starmel JV con Starwood Capital, a cambio de una inyección de 170 millones de euros. Meliá llegó a transferir el 80% de esa subsidiaria que poseía cuatro hoteles en Ibiza, Costa del Sol, Lanzarote y Mallorca. Dos años después, el socio inversionista vendió su participación por 230 millones a London Regional Properties, y Meliá mantuvo el 20% restante, aumentando así el valor de este activo.

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