Plan estratégico 2021-2023

Prosegur reinventa su hoja de ruta para dar alas a sus filiales y ser más rentable

El grupo integral de seguridad revela por primera vez un 'guidance' (guía de resultados) que busca dar más transparencia ante los inversores y potenciará sus unidades de nuevos productos.

Helena Revoredo y su hijo Christian Gut.
Helena Revoredo y Christian Gut, consejero delegado de Prosegur.
BME / Flickr

Prosegur tiene un nuevo plan. Christian Gut, consejero delegado de la compañía, demostró este martes en el día del inversor (Capital Markets Day) que algo está cambiando en el seno del gigante de la seguridad. La compañía desplegó un ejercicio de transparencia inédito en los últimos años y que coincide con un punto de inflexión tras la reciente crisis del Covid-19. Por primera vez, la empresa publicó una guía de estimaciones (guindance) sobre los resultados que espera construir de aquí a 2023 para atraer a nuevos inversores y reforzar su presencia en bolsa, dañada durante la pandemia.

“El nuevo plan estratégico 2021-2023 representa la combinación perfecta entre la mejora de procesos y la optimización de nuestras operaciones, junto con las iniciativas en innovación. Estamos convencidos de que, en esta nueva etapa, daremos un gran paso adelante y esto se verá reflejado en la valoración de la compañía y de nuestra acción”, aseguró durante la presentación el consejero delegado de Prosegur y representante del mayor accionista de la empresa: la familia Gut Revoredo.

El grupo de seguridad prevé la recuperación de sus niveles de negocio prepandemia en 2022 y espera unas ventas de 4.200 a 4.500 millones de euros en 2023 con un Ebitda (resultado bruto de explotación) del 10%, tres puntos más que en la actualidad. Además, casi duplicará su cifra de ingresos de 2020 (3.463 millones de euros) hasta situar su perímetro de negocio en un rango de 6.200 a 6.700 millones en 2030.

Para llegar a esa meta, los gestores de la empresa contemplan una velocidad de crucero que eleve su factura a ritmos del 5%-6% anual. No es nada descabellado, sino que se sitúa en línea con las previsiones del consenso de analistas: Prosegur ingresará algo más de 3.600 millones en 2021 con un beneficio neto de 81 millones, cifra que se elevará a 3.854 millones en 2022 con un beneficio de 121 millones.

¿Qué ha cambiado entonces? La gran novedad proviene de la distribución de ingresos de sus distintas filiales, la puesta en valor y visibilidad de cada una de ellas en la marcha de la compañía con el lanzamiento de nuevos productos con los que busca elevar su rentabilidad. A través de sus áreas de negocio, Prosegur Security, Prosegur Cash, Prosegur Alarms, Prosegur AVOS y Cipher (ciberseguridad), el grupo estima que elevará del 7% al 10% su margen Ebitda hasta 2023 y lo sitúa en un rango del 12 al 15% en 2030.

Además, la compañía cree que obtendrá un volumen de ventas adicional de 300 millones de euros en tres años y de 1.000-1.300 millones en 2030 por adquisiciones y fusiones que lidere el grupo. La empresa destinará 90 millones de euros en inversión a lo largo de los próximos años a sus iniciativas de digitalización.

“El mix de ventas se verá fuertemente favorecido por las iniciativas de innovación lo que supondrá que, para el año 2023, los nuevos productos representen más del 35% de los ingresos y superen la facturación de los productos tradicionales en el año 2030”, asegura el grupo en una presentación dirigida a inversores.

En relación con la deuda, Prosegur espera volver a su nivel histórico de apalancamiento, una vez se estabilice la situación tras la pandemia. Su deuda financiera neta cerró 2020 en los 889 millones de euros con un ratio frente al Ebitda de 2,4 veces, por debajo de la línea roja de 3,5 veces que tiene pactado con sus acreedores. Asímismo, la compañía destaca que el coste de su financiación a largo plazo cayó al 1,1% en 2020,  tres décimas menos que en 2019 y más de 200 puntos básicos menos que hace cinco años.

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