Atraer al pequeño inverso

Qué se esconde tras los últimos splits de acciones de los gigantes de Wall Street

El verdadero apogeo de las divisiones de acciones se produjo durante la burbuja tecnológica de finales de la década de los 90 con una media de 65 operaciones de desdoblamiento del valor de las acciones.

Las tecnológicas apuesta por desdoblar el valor de sus acciones para atraer al pequeño inversor.
Las tecnológicas apuesta por desdoblar el valor de sus acciones para atraer al pequeño inversor.
Pixabay

Los splits de acciones vuelven a estar de moda, y el mercado está recompensando rápidamente a las empresas que utilizan esta estrategia. Google (Alphabet), Amazon, Tesla y GameStop se encuentran entre las últimas empresas en buscar la aprobación de sus accionistas para dividir el valor de sus acciones y abaratar su cotización. Y cada una de estas compañías disfrutó de un respaldo posterior en los mercados. Hay un impacto neutro en una división de acciones -más títulos y mismo capital social-, lo que hace que los repuntes posteriores sean desconcertantes, especialmente, para aquellos que creen en un mercado racional.

En última instancia, el respaldo por parte del mercado es más un síntoma del éxito de las acciones que el resultado de sus planes de splits. Las empresas que desarrollan esta estrategia lo hacen porque sus títulos han despegado mucho en la bolsa y cotizan a un precio elevado por lo que se reduce el número de inversores con capacidad para comprar sus acciones. En este sentido, muchos valores teniendo esa dinámica pueden seguir ese impulso.

Por sí misma, una división de acciones no debería crear ni destruir ningún valor”, explica Christopher Harvey, jefe de renta variable de Wells Fargo. “Los títulos que se dividen suelen tener un impulso en su precio positivo, en general es porque están pasando cosas buenas en la empresa y los fundamentales están mejorando... Eso es en lo que se enfoca el mercado, y una división de acciones es simplemente algo que haces cuando eso está sucediendo”, añade.

En otras palabras, es más correlación que causalidad. Pero los números hablan por sí solos: desde 1980, las acciones del S&P 500 que han anunciado splits han batido al índice en un 16% de media, durante los siguientes 12 meses, según un informe de BofA Securities. Las divisiones en los últimos años provinieron de empresas de tecnología de gran capitalización, entre las que se incluyen Apple, Nvidia y Tesla, pero también firmas menos notables, incluida Sherwin-Williams, Amfenol y McCormick. Ha habido alrededor de 20 divisiones al año por parte de emisores de Estados Unidos durante la última década, dice Dow Jones Market Data.

El furor de la burbuja de las puntocom

El verdadero apogeo de las divisiones de acciones se produjo durante la burbuja tecnológica de finales de la década de 1990. De 1997 a 2000, una media de 65 empresas estadounidenses hizo splits sobre sus acciones cada año a medida que los mercados colapsaban. La frecuencia se recuperó nuevamente en los años previos a la crisis financiera mundial, al final de otra larga recuperación del mercado. Hoy, la acción media del S&P 500 tiene un precio de alrededor de 118 dólares. Sin embargo, varias empresas cotizan muy por encima de ese nivel y podrían ser candidatas para realizar un split.

Los títulos más caros en Estados Unidos son los de clase A de Berkshire Hathaway, el holding de inversión de Warren Buffett, que nunca ha tomado la decisión de hacer un split. Recientemente cotizan por unos 517.000 dólares. El constructor de viviendas NVR tiene el siguiente precio de acción más alto, con 4.380 dólares, seguido de Amazon y Alphabet. El equipo gestor de esta última dijo el 1 de febrero que buscaría la autorización de los accionistas para una división de 20 a 1 este verano, desde los 2.811 dólares recientes. Sus han subido un 7,5% al día siguiente, también impulsadas por unos resultados del cuarto trimestre mejores de lo esperado. Amazon anunció sus propias intenciones de dividir sus títulos de 20 a 1 aproximadamente un mes después, junto con su plan de recompra de acciones por 10.000 millones de dólares. La acción, recientemente en 3.281 dólares, subió más del 5% al día siguiente.

“La junta anticipa que el aumento en la cantidad de acciones en circulación como resultado de la división de acciones restablecerá el precio de mercado de los títulos comunes en un rango que les daría a nuestros empleados más flexibilidad en la forma en que gestionasen su capital en Amazon”, comentó la compañía en una presentación. 

Mientras, en la última semana de marzo, Tesla dijo que buscaría su segunda división de acciones; y, para no quedarse atrás, GameStop concretó el 31 de marzo que buscaría la aprobación de los accionistas para hacer lo mismo. Sin embargo, las acciones del minorista de videojuegos no tuvieron un aumento duradero. Abrieron con una subida de más del 13% tras el anuncio, solo para cerrar con una subida inferior al 1%. A principios de esa semana, la acción se había disparado un 25% en un día.

La teoría llevada a la práctica

Los argumentos típicos a favor de una división tienen que ver con hacer que las acciones de menor precio sean más accesibles para los inversores minoristas o empleados que podrían tener problemas para comprar títulos a precios altos. Las empresas quieren tener una base de inversores diversa entre institucionales y minoristas, cuya influencia en los mercados ha aumentado en los últimos años. Pero esa lógica es mucho menos relevante en el mercado actual que hace unos años.

La mayoría de las firmas de análisis permiten que los inversores posean acciones fracciones. Además, muchos operadores están expuestos al mercado a través de ETFs de índices, que ya les permiten poseer cestas de acciones por menos que los precios combinados de los valores en los selectivos. “Los precios más digeribles para Amazon o Alphabet podrían convertirlos en candidatos más probables para unirse a un índice ponderado de precios como el Dow Jones”, apuntan los analistas de Jefferies en una nota. “Aunque eso sigue siendo una especulación en este momento, Apple consiguió entrar en el índice en el 2015, solo un año después de completar una división de acciones de 7 por 1”, añaden. Apple ha completado cinco divisiones desde que salió a bolsa en 1980.

Entonces, ¿por qué dividir una acción? “Es probable que se trate más de óptica y confianza de señalización que de algo más técnico”, resaltan los expertos de Atlantic Capital en una reciente nota. En el muy corto plazo, a menudo se verá un estallido ante un anuncio de división. Pero eso está impulsando la rentabilidad esperada, no porque un split sume valor a una empresa en sí misma.

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