A partir de primavera

La reducción de balance del BCE será la 'prueba de fuego' de la deuda europea

Los analistas advierten del reto que supone la combinación de un alza de tipos de interés a una velocidad inédita sumada a la menor presencia del banco central en el mercado de deuda soberana.

La reducción de balance del BCE será la 'prueba de fuego' de la deuda europea
La reducción de balance del BCE será la 'prueba de fuego' de la deuda europea. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

Europa se mueve por terreno desconocido este 2023. El techo de los tipos de interés que imponga el Banco Central Europeo (BCE) y el curso que siga la inflación serán los factores determinantes que condicionen el rumbo del Viejo Continente en clave económica. La letra pequeña de esta política monetaria restrictiva también incluye una reducción del balance en 15.000 millones de euros mensuales a partir del próximo marzo. 

La intención del banco central pasa por reducir su participación en las subastas de deuda de los países europeos, algo que hará dejando de reinvertir los vencimientos en nuevos bonos. Esta hoja de ruta ya se contemplaba desde Fráncfort en 2019, sin embargo, la pandemia dio con el traste a sus planes y el banco central se vio obligado a relanzar la compra de deuda en vez de moderarla.

Con un escenario totalmente diferente al de entonces, el organismo liderado por Christine Lagarde parece dispuesto a hacer gala de su tono 'hawkish', una decisión no exenta de riesgos para los países más endeudados de Europa. Desde Bank of America señalan esta decisión como una de las principales amenazas de la Eurozona para este ejercicio, ante la "elevada" necesidad de financiación de algunas economías por el mayor gasto ante la inflación y la crisis energética. 

La medida se produce después de una subida en vertical de los tipos de interés en un periodo de tiempo inédito, lo que podría añadir presión a determinadas regiones, donde las cicatrices de la crisis de deuda aún siguen presentes. Aunque el economista jefe para Europa de la firma estadounidense, Rubén Segura-Cayuela, descarta un escenario como el de hace una década y no contempla "ningún susto" en las primas de riesgo, sí que avisa que van a subir. 

En el momento actual, el diferencial de la deuda española frente al 'bund' alemán es de 94 puntos, un nivel que no se veía desde finales de abril de 2022, en línea con la italiana, que vuelve a relajarse levemente después de cerrar el ejercicio por encima de los 200 puntos. La de Grecia, por su parte, se encuentra en los 196 puntos y lidera la clasificación. La mayor exigencia en rentabilidad por parte del inversor privado una vez que el BCE pase a un segundo plano, pone en la diana a los estados periféricos que son, precisamente, los más endeudados. 

El banco central ha jugado un papel muy activo como comprador de bonos soberanos en los últimos años. Los estímulos monetarios de la pandemia le han llevado a duplicar su balance, que alcanza los 8,8 millones de euros. Ahora su paso a un lado en los mercados con el fin de las compras el pasado mes de julio se consolida con el propósito de reducir la cartera. 

Los analistas de ING advierten de que sin la ayuda del BCE, los elevados déficits no ayudarán a los estados, sino que, por el contrario, se traducirá en un aumento "dramático" del coste para cubrir sus necesidades de liquidez. "Una cantidad excesiva de compras de deuda en años anteriores insensibilizó los mercados de bonos soberanos por efecto de la oferta", señalan desde ING. La clave ahora descansa en cuál es la rentabilidad mínima que están dispuestos a aceptar los inversores tras el repliegue del BCE. 

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