Lagarde reclama centrar las políticas fiscales para evitar más alzas de tipos

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) da otra vuelta de tuerca al mensaje más agresivo en la lucha contra la inflación que la entidad viene desplegando desde su última reunión de política monetaria. Christine Lagarde ha hecho un llamamiento directo a los gobiernos de la Eurozona para que centren las medidas con las que hacer frente a la presión de los precios y no obliguen a la entidad a sumergirse en una escalada alcista de los tipos de interés todavía mayor -y eso que el ritmo de subidas puesto en marcha desde julio no tiene precedentes desde la creación del euro-. 

"El apoyo fiscal desembolsado en 2022 debe orientarse mejor y no debe empujar a quienes toman decisiones de política monetaria a hacer más" o a subir los tipos cada vez más, ha zanjado la francesa durante su intervención en el debate 'Perspectivas económicas mundiales: ¿Es el fin de una era?' celebrado este viernes en el marco del Foro Económico Mundial que tiene lugar esta semana en la ciudad suiza de Davos.

"Ahora vamos hacia un año en el que confiamos en que las empresas, los hogares y los gobiernos tengan un enfoque resiliente, pero este es un camino que también se aplica a las políticas monetarias", ha apostillado la máxima responsable del BCE. Lagarde ha puesto en valor el hecho de que la coyuntura actual no sea "tan mala como el miedo", lo que implica una mejora en relación a las perspectivas que bancos centrales y organismos internacionales tenían hace solo unos meses, si bien ha destacado el elevado grado de incertidumbre que sigue rodeándolas.  

La presidenta de la entidad ya dejó clara la intención de su Consejo de Gobierno seguir subiendo los tipos para controlar una inflación que apenas se ha moderado hasta el 9,2% en diciembre en la región, donde la presión de los precios energéticos se ha moderado solo en parte, pero la de la alimentación va a más. Lo hizo la jornada previa en este mismo escenario, coincidiendo con la publicación de las últimas actas del BCE, que evidenciaron cómo una mayoría de gobernadores promovió una subida de 75 puntos básicos pero el economista jefe del banco central, Philip Lane, recomendó reducirla a medio punto al ir acompañada de la rebaja de estímulos -finalmente se impuso esta tesis más moderada y el emisor elevó el precio del dinero al 2,5%, su nivel más alto desde finales de 2008-.

El escenario de la economía global es "menos malo"

En la misma dirección a lo expresado por Lagarde se ha manifestado también la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Kristalina Georgieva ha destacado cómo el escenario de la economía global "hoy es menos malo que hace unas semanas pero todavía no es bueno". La responsable del organismo ha puesto sobre la mesa que, al mismo tiempo que las perspectivas de inflación parecen haber comenzado a moderarse, también lo hace el crecimiento en China, que en 2022 y por primera vez en décadas avanzó menos que el conjunto de la economía mundial. 

Esto no será así en 2023, un ejercicio en el que se prevé que la actividad despierte en el gigante asiático. De hecho, el FMI contempla un crecimiento global del 2,7% frente a un avance del PIB chino del 4,4%. Georgieva ha precisado que lo que se desconoce aún es si la recuperación de la segunda mayor economía del planeta tendrá un impacto en el petróleo y el gas, elevando los precios y, por lo tanto, presionando al alza la inflación.