Pese a las sanciones

El rublo supera la fortaleza del dólar y ya es la divisa más alcista en el 2022

La moneda rusa ha sufrido una gran volatilidad desde que el Kremlin invadió Ucrania y tras desplomarse a mínimo histórico ahora alcanza su nivel máximo en los últimos dos años. 

El rublo se ha derrumbado un 45% en solo 11 días de guerra.
El rublo supera la fortaleza del dólar y ya es la divisa más alcista en el 2022
DPA vía Europa Press

El rublo resiste a las sanciones de Occidente y se sitúa en máximos de dos años respecto al dólar y al euro. La batería de medidas que, sobre todo, EEUU, Reino Unido y la Unión Europea (UE) lanzaron contra Rusia tras invadir Ucrania hundió a la moneda nacional a su mínimo histórico. Sin embargo, menos de un mes después ya había recuperado su nivel previo al estallido de la guerra y el repunte no se ha frenado. Así, se sitúa ya como la divisa más alcista en 2022 -seguida de cerca por el real brasileño- en un contexto de fortaleza para el dólar.

La moneda del Kremlin logra repuntar más de un 11% respecto al dólar en el año tras una fuerte volatilidad en los últimos meses. El pasado 7 de marzo marcó su nivel más bajo, y en apenas dos meses se ha apreciado más del doble. Respecto al euro, convertida en una de las más perjudicadas del año, la remontada del rublo es aún mayor. Se revaloriza cerca del 20% desde enero y casi un 116% desde su mínimo mientras la Unión Europea avanza en un nuevo paquete de medidas para dañar la economía rusa. La UE apunta ya al veto de las importaciones de petróleo ruso, uno de los puntos fuertes de su economía, aunque de forma progresiva.

Tras conocerse el plan de la UE para cortar su dependencia al crudo ruso, todavía quedan al margen de las sanciones las compras de gas natural, la cotización del rublo no se vio afectada este miércoles. Al revés. Repuntó más del 5%, su mayor subida desde marzo tanto respecto al dólar como al euro, impulsada por las medidas del Gobierno ruso tras el fuerte declive que sufrió tras la invasión rusa de Ucrania y que aún limitan la actividad normal en este mercado. En concreto, el Kremlin mantiene la prohibición de ventas en corto y controla las ventas de acciones rusas por parte de inversores extranjeros. Las últimas subidas también fueron favorecidas por la decisión del Gobierno de Vladimir Putin de obligar a los países "inamistosos" a pagar los contratos de gas en rublos. 

Además, la recuperación del rublo se vio favorecida por la mayor subida de tipos de interés de su historia que aplicó el Banco de Rusia en un movimiento de emergencia para defender el rublo. El coste de su financiación pasó del 9,5% al 20%. La medida logró su objetivo y la autoridad monetaria ya ha reducido la tasa de referencia para hacer frente a la elevada inflación que también afecta al país. La última decisión del Banco de Rusia rebajó los tipos al 14% y prevé seguir rebajándolo ante un "rublo más fuerte". 

El repunte de la cotización del rublo da una imagen de fortaleza de la economía rusa en el contexto bélico actual. Sin embargo, las medidas restrictivas no reflejan totalmente la realidad y su auge no siempre positivo. La apreciación de una moneda abarata las importaciones pero también conlleva un mayor coste de sus exportaciones y reduce el atractivo de su economía, con el riesgo de provocar una caída de la demanda interna. 

Tendencia opuesta al resto de divisas

La recuperación del dólar va a contracorriente de la tendencia para la mayoría de divisas. Entre las principales, solo cotizan con avances respecto al dólar, el rublo, el real brasileño -también se aprecia cerca de un 11%- y el peso mexicano -sube algo más del 1%-. La evolución para el resto es negativa. La moneda estadounidense gana terreno ante el brusco giro de la Reserva Federal de EEUU (Fed), que ha acelerado en la subida de los tipos de interés para contener la inflación en máximos. Este escenario impacta en las presiones inflacionistas ante las importaciones, sobre todo, energéticas. 

En este contexto, el euro se deprecia más de un 7% frente al dólar en lo que va de 2022 y ha marcado en los últimos días mínimos desde 2017. La caída es similar para la libra británica, casi un 8%, mientras que el yen japonés es la más afectada con un retroceso superior al 11% desde enero. La tendencia no se espera que cambie: "cualquier reacción negativa (para el dólar) puede ser de corta duración. Especialmente considerando el riesgo geopolítico en Europa vinculado a la guerra en Ucrania, los cierres en China y las salidas de cartera de los mercados emergentes, que apuntan a un dólar fuerte", destaca un informe de ING.

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