Informe Bank of America

La tendencia del consumo en EEUU: los 'boomers' lideran el gasto y no el ahorro

Consumo, uso del crédito y ahorro van de la mano a la hora de definir la evolución económica con grandes diferencias por grupo demográficos en un escenario de inflación y tipos de interés al alza.

Centros comerciales, termómetros del consumo.
Centros comerciales, termómetros del consumo.
MVGM vía Europa Press

Dime cómo se gasta y te diré el porvenir. Las tendencias del consumo brindan una idea del status económico general de la economía. La demanda interna, que pesa bastante siempre sobre el PIB, es importante para medir el dinamismo económico. Al igual que tirar de tarjeta de crédito, que puede ser sintomático de tendencias buenas y malas, especialmente en Estados Unidos. Observar los datos de consumo vía crédito en el país norteamericano suele dar pistas.

El último informe de Bank of America, en este sentido, revela que el gasto agregado por hogar con tarjeta de crédito y débito de la entidad disminuyó un 0,2% interanual en mayo, lo que supone una mejora respecto a la caída del 1,2% interanual registrada en abril. En términos intermensuales, el gasto de los consumidores parece haberse mantenido relativamente estable, con un aumento del gasto con tarjeta por hogar ajustado estacionalmente (SA) de sólo el 0,1% entre abril y mayo.

El descenso del gasto interanual en los dos últimos meses refleja en parte los “efectos de base”, ya que el gasto aumentó en 2022 tras la reapertura de la economía y esto forma parte cada vez más del denominador en las comparaciones del crecimiento interanual. Un análisis más detallado del desglose durante el último año muestra que el gasto minorista ha repuntado en los últimos meses, tras un largo periodo de descenso.

En servicios, por su parte, ha mostrado algunos signos de estabilización tras haber aumentado de forma constante hasta febrero de 2023. Dentro de esta partida se evidencia, que en restauración se ha observado una trayectoria al alza significativa. Mientras tanto, gastar dinero en billetes de avión o en alojamientos parece seguir una ligera tendencia a la baja.

“Como ya comentamos en un anterior informe Consumer Morsel, el gasto en viajes es una mezcla de factores… El gasto en las categorías que se recuperaron más rápidamente durante la pandemia, como el alojamiento, parece haber alcanzado ya su punto máximo, mientras que en los sectores de recuperación tardía, incluidos los cruceros, sigue siendo elevado”, dice Bank of America.

Sin embargo, lo que llama poderosamente la atención son las grandes diferencias de gasto entre generaciones. En concreto, los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964) y los hogares tradicionalistas (entre 1928 y 1945) muestran mayores tasas de crecimiento interanual del gasto total con tarjeta, según datos internos de Bank of America. Y la fortaleza parece ir más allá de los efectos de base favorables.

“Esto es importante porque, mientras que los hogares tradicionalistas son ahora relativamente pocos en número, hay muchos más boomers, por lo que el gasto más rápido de este grupo está, en cierta medida, frenando el agregado medio”, asegura la entidad. También es llamativo que la Generación X, formada por personas nacidas entre 1965 y 1977, muestre las mismas tendencias más débiles que los Millennials y la Generación Z.

Las generaciones más jóvenes siguen apoyándose en el ahorro

Aunque parece que las generaciones más jóvenes se enfrentan a la presión financiera del aumento del coste de la vivienda y la reanudación pendiente del pago de los préstamos estudiantiles en Estados Unidos, hay pocos indicios de que esto se esté reflejando en un aumento del endeudamiento con tarjetas de crédito. La proporción del gasto total en tarjetas de crédito apenas ha variado en todas las generaciones.

“Al mismo tiempo, mediana de los saldos de ahorros y cuentas corrientes de los hogares se mantiene muy por encima de los niveles de 2019 para todas las generaciones”, explica el banco estadounidense. Hasta la fecha, la continua fortaleza del mercado laboral probablemente también esté reduciendo la necesidad de los más jóvenes recurran a sus reservas.

Dicho esto, sigue habiendo una marcada diferencia entre los niveles de riqueza de las distintas generaciones. En concreto, las generaciones mayores poseen mucho más patrimonio, lo que les permite capear mejor el aumento del coste de la vida. Según la Reserva Federal, los Baby Boomers poseían 73.000 millones de dólares en patrimonio neto en el cuarto trimestre de 2022, ocho veces más que los Millennials.

Asimismo, la diferente forma en que se percibe el aumento del coste de la vivienda entre generaciones es otra influencia importante en la divergencia del gasto generacional por hogar. Los datos de Bank of America muestran que la Generación Z y los Millennials están experimentando un aumento mucho mayor en el alquiler medio y los pagos hipotecarios que las generaciones mayores.

“Estas diferencias en los costes de la vivienda probablemente reflejen importantes influencias del ciclo vital. Las generaciones más jóvenes tendrán que mudarse por motivos de trabajo, para dar cabida a familias en expansión y, en términos más generales, porque buscan más espacio a medida que maduran, lo que les expone con más frecuencia al aumento de los alquileres (sobre todo cuando se mudan a un nuevo alojamiento) que a las generaciones de más edad”, describe Bank of America.

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