La tensión política que se vive Cataluña en los últimos meses está lastrando de forma significativa la industria del automóvil y las matriculaciones han sufrido un frenazo desde agosto. Según los datos del Ministerio de Hacienda, la venta de vehículos en territorio catalán ha perdido peso y protagonismo en el mercado español. La Comunidad que más crece es la limítrofe Valencia, que se ha llevado gran parte de los casi 10.000 coches que ha perdido Cataluña en cuatro meses.
Como se observa en el gráfico que acompaña estas líneas, según se fue acercando el 1 de octubre, fecha en la que se celebró el referéndum, la confianza de los compradores catalanes fue cayendo. Desde enero hasta julio, todos los meses fueron de crecimiento tanto en número de coches como de porcentaje de ventas en el país, ya que las ventas en Cataluña aumentaban un ritmo mayor al del mercado español.
Solo el mes de abril fue peor que el de 2016, casualmente, coincidiendo con la primera declaración de intenciones de secesión unilateral. Oriol Junqueras, el vicepresidente del Govern, afirmó que en la hoja de ruta de Junts pel Sí contemplaban “una declaración de independencia en el Parlamento” si Rajoy bloqueaba el referéndum. Mayo, junio y julio fueron de nuevos meses de crecimiento.
Agosto, punto de inflexión
Desde el 1 de agosto hasta el 30 noviembre, todos los meses cerraron con peores números que en 2016 y Cataluña comenzó a crecer a menor ritmo que el resto de España: un 7,9% frente a un 9,1%. El peor dato de matriculaciones en Cataluña fue el de octubre, fecha clave en el proceso secesionista. En 2016, el 16,4% de los coches se vendían en sus concesionarios, cifra que se redujo hasta 14,6% en 2017.
La Comunidad Autónoma más beneficiada comparando 2016 y 2017 ha sido Valencia. En el mes de octubre su peso en el mercado español pasó de 13,4% a 14,7% y en noviembre creció de 12,7% a 14%. Datos sin duda llamativos, más cuando la media anual de los dos últimos años en la citada comunidad es del 11,9%. Entre los dos meses, sus concesionarios han vendido 6.841 unidades más que un año antes.
Cataluña perderá casi 10.000 coches
Si la tendencia no varía en diciembre, algo que parece improbable con el 21-D como fecha marcada en rojo, Cataluña va a perder casi 10.000 coches. Si los concesionarios mantuvieran el ritmo de venta hasta el 31 de julio hubieran vendido 202.824 coches en todo el año, sin embargo, las previsiones atendiendo a la media de ventas desde agosto dicen que Cataluña cerrará el año con unos 193.760 coches matriculados.
Faconauto, la patronal de los concesionarios, prevé que está caída perdure en el tiempo. Muchas de las matriculaciones realizadas desde el mes de octubre proceden de pedidos realizados anteriormente. Esto ha minimizado las caídas tras el referéndum, pero según los datos que manejan los concesionarios, los encargos han caído en las últimas semanas y esto repercutirá en las matriculaciones de los próximos meses.
Antes de terminar el año, la industria catalana del automóvil aún tendrá que superar la citada fecha clave. Al caer las elecciones en día laborable, las plantas de Nissan y Seat respetarán la normativa para que sus empleados disfruten de cuatro horas para ir a votar. La marca de Volkswagen parará 8 horas y se estima que dejará de fabricar mil coches.
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