Hungría levanta una segunda valla contra refugiados en su frontera con Serbia

Europa continúa levantando muros de la vergüenza. El ministro húngaro de Gobernación, János Lázár, anunció que construirá una segunda valla para detener a los refugiados. El muro, que levantará en la frontera con Serbia, será de 150 kilómetros de largo y se espera esté terminado en el mes de mayo. Se prevé que el proyecto tenga un coste de 123 millones para el gobierno de Viktor Orban.

Este no es el primer muro que construye Hungría. En septiembre de 2015, cuando la crisis de refugiados estaba en su momento álgido, levantó una valla en su frontera con Serbia y Croacia, para evitar que los refugiados que utilizaban la ruta central para llegar a países como Alemania o Suecia, usaran su territorio.

Esta valla estará equiparada con cámaras de vigilancia y termográficas y dispone cada 15 centímetros de unos sensores táctiles que activan una alarma. Además, el proyecto incluye ampliar los centro de internamiento del Gobierno húngaro donde el ejecutivo quieren internar a quienes entren en el país durante el tiempo que dura la tramitación de sus solicitudes de asilo.El anuncio de la construcción del muro coincide con el anuncio de la Comisión Europea de poner condiciones duras para el millón de inmigrantes que se cree está de manera irregular en Europa. También con el tirón de orejas del ejecutivo europeo a los socios por el incumplimiento del Plan de Reubicación, que distribuiría a 160.000 refugiados desde Grecia e Italia.  De los 160.000 demandantes de asilo que los 28 se comprometieron a repartirse en septiembre de 2015, hasta ahora sólo se ha reubicado a 13.546, es decir el 8,4 por ciento. Bruselas ha hecho un ranking de los mejores y peores alumnos. Sólo Malta y Finlandia van camino de cumplir sus obligaciones, mientras que precisamente, países como Hungría,  continúan negándose a participar en el programa.