Alemania garantiza el suministro del gas. Susanne Ungrad, portavoz del ministerio de Energía, indicó en una rueda de prensa ordinaria este viernes en Berlín que las declaraciones del presidente bielorruso Alexandr Lukashenko son recibidas con "pesar", aunque prefirió no hacer conjeturas con respecto a si cumplirá sus "amenazas".
"Les puedo decir que la seguridad del suministro de Alemania sigue estando garantizada. El gasoducto Yamal al que se refieren las declaraciones es uno, pero hay otros gasoductos por los que llega gas a Europa occidental y Alemania," aseveró.
El jueves, Lukashenko advirtió que podría cerrar la llave del gas a la UE en respuesta a las inminentes sanciones comunitarias contra su régimen ante la crisis de los migrantes atrapados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.
En la misma rueda de prensa, una portavoz de la canciller alemana Angela Merkel se refirió también a la conversación telefónica que ésta mantuvo el jueves con su homólogo ruso Vladimir Putin con respecto a la escalada de tensión con Bielorrusia. "El presidente ruso tiene la posibilidad de influir en la situación y esperamos que tome los pasos correspondientes," declaró la portavoz, Ulrike Demmer.
Además, reiteró que la postura de la canciller es que el régimen de Minsk está instrumentalizando a "personas indefensas" y que por ello le había pedido a Putin que le dejara claro a Lukashenko que la situación actual "no puede continuar", puesto que se trata de evitar una "crisis humanitaria".
Un representante del Ministerio alemán del Interior se refirió por su parte a los frutos que está dando la presión ejercida por el Gobierno germano y por la UE. Así, indicó que dos compañías aéreas, Turkish Airlines y Belavia, se han comprometido ya a dejar de transportar a ciudadanos iraquíes, sirios y yemeníes a Bielorrusia.
Además, atribuyó a la acción del Gobierno alemán que este jueves Bielorrusia permitiera que la Organización Internacional de la Migración (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) suministrasen ayuda humanitaria en la zona fronteriza.
Un gran número de migrantes y solicitantes de asilo se encuentran atrapados desde hace semanas en tierra de nadie entre Bielorrusia y Polonia con temperaturas gélidas y en muchos casos sin acceso a alimentos o agua potable. La UE acusa a Minsk, que liberalizó en verano el régimen de visados para varios países de Oriente Medio, de instrumentalizar a los migrantes como parte de una "guerra híbrida", en represalia por el apoyo del bloque a la oposición bielorrusa.
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