Grupos ecologistas destacan el "alto riesgo medioambiental"

Bolsonaro se estrella y coloca 5 de 92 licencias petroleras tras las demandas

Brasil tan solo recaudará 37,1 millones de reales (unos 7 millones de dólares) por las concesiones, pero su ejecutivo asegura que el plan ha sido un "éxito" y achaca a la pandemia el reducido número de solicitudes.

Jair Bolsonaro
Jair Bolsonaro
vía Europa Press

Jair Bolsonaro y su arriesgada apuesta en contra de proteger el medio ambiente para sacar rédito económico ha fracasado este jueves. Tan solo ha concedido cinco de los 92 bloques marítimos ofertados para explorar y producir petróleo y gas en aguas profundas, algunos de ellos próximos a ecosistemas de alto valor ecológico, en una polémica subasta que fue objeto de protestas y demandas judiciales.

La recaudación por las licencias adjudicadas alcanzó apenas 37,1 millones de reales (unos 7 millones de dólares), un resultado discreto que evidencia la falta de apetito por parte de las nueve empresas inscritas, en un contexto de alta incertidumbre para el sector.

De los once sectores en los que se agruparon los 92 bloques, tan solo hubo interés por dos de ellos (SS-AP4 y SS-AUP4) situados en la cuenca de Santos, en el litoral del estado de Sao Paulo, una de las principales áreas de producción de hidrocarburos de Brasil. Para el resto, ubicados en la cuencas de Campos (sureste), Pelotas (sur), Potiguar (noreste), nadie presentó ofertas. Estos dos últimos son la principal preocupación de los grupos ecologistas.

Los cinco bloques concedidos se los adjudicó la multinacional anglo-holandesa Shell, uno de ellos, el S-M-1709, en consorcio con la colombiana Ecopetrol -cuya participación era del 30 %- por un valor de 6,5 millones de reales (1,2 millones de dólares). Las otras siete petroleras inscritas -las gigantes Chevron y Total, las brasileñas Petrobras (estatal) y 3R Petroleum, la estadounidense Murphy, la australiana Karoon; y la alemana Wintershall-, ni siquiera levantaron la mano.

El ejecutivo saca pecho de su "éxito"

El director general de la ANP, Rodolfo Saboia, calificó el resultado del concurso, realizado en un hotel de Río de Janeiro, de "éxito" y resaltó los 136,3 millones de reales (25,2 millones de dólares) previstos en inversiones en los cinco bloques adjudicados. "No consideramos el resultado débil", insistió.

En su opinión, la baja participación se debe a que la industria petrolera atraviesa un momento "difícil" como consecuencia de la pandemia de coronavirus y a que algunas de las áreas representaban un "riesgo exploratorio elevado" al tratarse de nuevas fronteras. En este contexto "desafiante", "las empresas ahora son más selectivas" en sus proyectos y "eso puede haber afectado al interés", explicó.

El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, fue más comedido en sus palabras y destacó las acciones del Gobierno de Jair Bolsonaro en estos casi tres últimos años para el desarrollo del sector en el país. "La industria de petróleo y gas de Brasil es prometedora y a ello se suma un incremento en la producción. Brasil ya es el séptimo productor y exportador mundial de petróleo", manifestó.

El ministro descartó que el bajo atractivo de la subasta se deba al riesgo ambiental que suponían algunas áreas, como denunció la sociedad civil, e informó que los bloques no adjudicados entrarán dentro del catálogo de "oferta permanente" de la ANP.

Los grupos ecologistas organizan protestas

A las puertas del hotel de Río de Janeiro donde se celebró la subasta, un grupo de ecologistas clamó contra el "alto riesgo medioambiental" que supone permitir la explotación de hidrocarburos en esas áreas sensibles, especialmente en Potiguar y Pelotas sin haber realizado "estudios concluyentes" sobre su impacto. Con carteles como "Mar sin petróleo" o "Salven a la Ballena azul", la manifestación trancurrió de forma pacífica y en ella expusieron los problemas que puede acarrear expandir la frontera petrolífera brasileña.

"Brasil ya es autosuficiente en exploración de petróleo, no necesitamos estar expandiendo la frontera petrolífera, emitiendo aún más gases de efecto invernadero y contribuyendo para los cambios climáticos", denunció a Efe Nicole Figueredo de Oliveira, directora del Instituto Arayara, movimiento que coordinó la protesta.

La activista criticó que la concesión de esas áreas, algunas de ellas cerca del paradisiaco archipiélago de Fernando de Noronha, zona de paso de algunas ballenas amenazadas, no sólo sería dañino para el medioambiente, sino también para los pescadores y el turismo. "Tenemos 89 especies de animales amenazados de extinción en estas áreas, además de los corales y de todas las demás áreas sensibles (...) Estamos aquí para decir que no queremos más mar con petróleo, queremos el mar sin petróleo", sentenció.

Mostrar comentarios