Tras los escándalos 

Johnson se va con la libra en caída y la sombra de una recesión en el horizonte

La moneda británica marcó mínimos frente al dólar desde 2020 en medio de la crisis de Gobierno que desató el aluvión de renuncias. Tras conocerse la salida del primer ministro repunta. 

Boris Johnson dimisión Reino Unido
Johnson se va con la libra en caída y la sombra de una recesión en el horizonte. 
Agencia EFE

Boris Johnson ha anunciado su dimisión después de las presiones internas y el aluvión de renuncias dentro de su gobierno tras el escándalo del 'Partygate'. "Nadie es indispensable en la vida política", ha asegurado en su discurso a las puertas de Downing Street. El líder del Partido Conservador, puesto al que también ha renunciado, deja su cargo en un momento clave para la economía del país, con una inflación disparada y el riesgo de una recesión por las fuertes subidas de tipos en el horizonte. El IPC en mayo superó el 9% y va camino del 11% según los cálculos del Banco de Inglaterra, que fue uno de los primeros en subir los costes de financiación aunque ha ralentizado su ritmo. En la actualidad se sitúan en el 1,25%. 

Además, las consecuencias de la salida de la Unión Europea aún colean después de que Johnson, uno de los principales defensores del Brexit, defendiera modificar el acuerdo sobre Irlanda del Norte. La incertidumbre en torno al futuro del país hasta que se decida al sucesor de Johnson y sus planes podrían ser un lastre a largo plazo. La crisis del Gobierno arrastró el pasado miércoles a la libra a su nivel más bajo frente al dólar desde marzo de 2020, cuando estalló la pandemia del coronavirus. En concreto cotizó en 1,18 dólares, aunque la noticia de la partida de Johnson este jueves la impulsó al alza. El repunte es un síntoma que, según Ben Laidler, analista de eToro, muestra "satisfacción" en los mercados. 

Sin embargo, la dimisión de Johnson apenas se dejó notar en los mercados. El FTSE 100 subió, y el FTSE 250, más centrado en el ámbito doméstico, lideró las alzas. "Otro recordatorio de que los mercados no son economías". De hecho, el principal índice de la Bolsa de Londres fue el que mejor se  comportó entre los grandes europeos, con una caída desde enero inferior a un 3%. 

Abandono del Partido Conservador 

Johnson ha anunciado que también abandona el liderazgo del Partido Conservador, aunque esperará a que se nombre a un nuevo líder.  "Sé que hay muchas personas que estarán aliviadas y algunos otros que estarán decepcionados. Estoy triste por dejar el mejor trabajo del mundo y quiero dar las gracias a mi mujer y a mis hijos, además de agradecer a todos los funcionarios de la administración", ha asegurado, para agregar: "Era mi deber, mi obligación, cumplir con lo prometido en el año 2019".

El gran defensor del Brexit no ha podido con la oleada de renuncias de su ejecutivo durante las últimas semanas. Sin embargo, él se negaba a dejar el cargo. En este sentido, ha explicado que durante días se ha afanado en defender que era un "error" cambiar al ejecutivo en un periodo marcado por la incertidumbre económica y la guerra de Ucrania, entre otros desafíos de unos tiempos que ha catalogado de "complicados".

Ha reconocido en su discurso que incluso ha intentado convencer a su ejecutivo de que sería "extraño" dejar ahora el poder y ha lamentado haber "fracasado" en sus argumentos. Johnson se convierte en el tercer primer ministro conservador del Reino Unido que se ha visto forzado a dimitir en apenas seis años, ya sea por disputas internas sobre Europa o por distintos escándalos. Johnson se une así a David Cameron y Theresa May en la lista de abandonos 'tories'. El ya exprimer ministro llegó al podre el 24 de julio de 2019 y siempre fue una figura controvertida. Sin embargo, contó con el apoyo de su formación por su carisma y su capacidad para atraer a los votantes, así como su determinación para materializar el Brexit. 

Las quejas de los conservadores con el liderazgo de Johnson comenzaron a aumentar, recuerda la agencia Efe, en noviembre del pasado año cuando el primer ministro intentó reformar el sistema de estándares en el escándalo de cabildeo del diputado Owen Paterson. Después siguió un goteo constante de polémicas, como el 'Partygate', las fiestas en Downing Street durante la pandemia del coronavirus, así como acusaciones de engañar al Parlamento cuando dijo en su día que no había violado las restricciones antiCovid en vigor.

Su autoridad quedó dañada en una moción de censura interna el mes pasado, en la que el 41% de sus diputados le retiraron su apoyo. El último escándalo que colmó el vaso fue el caso del diputado Chris Pincher, acusado de acoso sexual a dos hombres en un exclusivo club privado de Londres, pero su comportamiento inadecuado ya había sido motivo de una investigación oficial hace unos años. Johnson fue acusado de mentir cuando dijo hace unos días que no estaba al tanto de esa investigación, algo que no resultó cierto. Este último escándalo perjudicó la reputación de Johnson, que ha aceptado dimitir después de que más de 50 miembros de su Gobierno presentasen sus dimisiones. 

El hombre del Brexit 

Fue la salida de la UE lo que llevó a Johnson a alcanzar una histórica mayoría absoluta en las elecciones de diciembre de 2019, en la que cimentó una nueva mayoría conservadora en los antiguos bastiones laboristas del 'Muro rojo'.  Bajo el eslogan 'Acabemos el Brexit', Johnson se impuso tras haber cerrado un acuerdo con Bruselas que incluía un protocolo sobre Irlanda del Norte que no tendría después reparo en incumplir.

Llegó entonces la Covid-19, y con ella se fueron al traste sus planes para reequilibrar los territorios del Reino Unido (con especial énfasis en el norte de Inglaterra) y refundar el movimiento conservador. El propio Johnson reconoció que se equivocó en su gestión inicial, cuando postergó el confinamiento apostando por la inmunidad colectiva, y restó importancia al virus, por el que él mismo fue ingresado en abril de 2020. Pero la rápida campaña de vacunación emprendida por su Gobierno, al conseguir que la inyección de Oxford-AstraZeneca fuese la primera en ser autorizada, le otorgó un importante capital político que fue perdiendo paulatinamente.

De periodista a alcalde 

Nacido el 19 de julio de 1964 en Nueva York pero criado sobre todo en Inglaterra, Alexander Boris de Pfeffel Johnson tiene raíces aristocráticas y se educó en el elitista colegio de Eton antes de licenciarse en la Universidad de Oxford. Más conocido como Boris, a secas, en 1987, gracias a contactos familiares, entró en prácticas en el diario 'The Times', de donde fue despedido por falsificar una cita, y fue columnista del 'Telegraph' y director entre 1999 y 2005 de la revista conservadora 'The Spectator', donde suscitó críticas por indisciplina laboral y comentarios racistas, clasistas y sexistas.

En 2001 ganó un escaño en los Comunes, aupado por su fama como presentador ocasional de un programa televisivo, y entre 2008 y 2016 fue alcalde de Londres, donde su carisma y estilo estrafalario le granjeó el apoyo de una ciudad que siempre había votado por los laboristas. Tras abanderar la campaña por la salida de la UE en el referéndum de 2016, fue nombrado por May ministro de Exteriores, cargo del que dimitió en julio de 2018 por discrepancias con su jefa sobre el Brexit. Casado con la exdirectora de comunicación de los conservadores Carrie Symonds, 24 años menor que él, tiene siete hijos conocidos. 

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