Cuatro años de prisión para el exprimer ministro rumano Nastase por corrupción

El ex primer ministro rumano Adrian Nastase fue sentenciado hoy a cuatro años de prisión por corrupción y chantaje, por lo que ingresará de nuevo en la cárcel, después de que el pasado marzo fuera puesto en libertad tras cumplir ocho meses por un delito de financiación ilegal.

Nastase, de 63 años, estaba acusado ahora de haber recibido sobornos por una cuantía de 630.000 euros de una empresaria de la construcción que obtuvo luego un alto cargo en el Ministerio de Infraestructuras, informó la agencia Mediafax.

Entre los años 2002 y 2004 Nastase entregó unos 512.000 euros procedentes de esos sobornos al cónsul de Rumanía en Hong Kong, Ioan Paun, para que comprara mercancías en China y las enviara al político socialdemócrata bajo la cobertura de facturas falsas.

Paun, uno de los principales testigos de la Fiscalía en el caso, fue amenazado por Nastase con desvelar su pertenencia a los servicios secretos si colaboraba con la Justicia, lo que le ha valido al ex primer ministro una condena por chantaje.Condena para su esposa

El tribunal ha condenado también a la esposa de Nastase, Dana, a tres años de cárcel, aunque ella no entrará de momento en prisión. Durante el juicio, Nastase defendió su inocencia en todo momento y alegó que es víctima de una persecución política.

Nastase, que fue primer ministro entre 2002 y 2004, ya había sido condenado en junio de 2012 a dos años de cárcel por haber recaudado 1,6 millones de euros de forma ilegal para su campaña a presidente del país en 2004, una elección que perdió frente al actual jefe del Estado, Traian Basescu.

Tras aquella sentencia, el ex primer ministro trató de suicidarse con un arma de fuego cuando la Policía acudió a su casa para conducirle a prisión.

Unos días después ingresó en prisión para cumplir dos años de cárcel, aunque fue puesto en libertad el pasado marzo, tras solo ocho meses, por buena conducta. Los expertos jurídicos estiman que tampoco en esta ocasión Nastase cumplirá toda la pena.