92 heridos y 205 detenidos en la violenta protesta de "chalecos amarillos" en París

  • Diversas marchas han congregado, por tercer fin de semana consecutivo, a más de 30.000 personas en diversos puntos de Francia.
Un manifestante que usa un chaleco amarillo ondea una bandera francesa durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios cerca del Arco de Triunfo (EFE/EPA/YOAN VALAT)
Un manifestante que usa un chaleco amarillo ondea una bandera francesa durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios cerca del Arco de Triunfo (EFE/EPA/YOAN VALAT)
Un manifestante que usa un chaleco amarillo ondea una bandera francesa durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios cerca del Arco de Triunfo (EFE/EPA/YOAN VALAT)
Un manifestante con chaleco amarillo con una bandera francesa durante los enfrentamientos con la policía cerca del Arco de Triunfo (EFE/EPA/Y. VALAT)

Al menos 92 personas han resultado heridas y 205 personas han sido arrestadas en París durante las violentísimas protestas que han sacudido la capital francesa en el día más conflictivo desde el inicio de las protestas de los 'chalecos amarillos', en el que alborotadores infiltrados entre los manifestantes legítimos, según el Ministerio del Interior francés, han quemado vehículos y negocios, y forzado choques contra la Policía.

Entre los 80 heridos hay 16 agentes de seguridad, según la Policía de París y el primer ministro francés, Edouard Philippe. "Estamos comprometidos con el diálogo, pero también con el respeto a la ley. Estoy francamente sorprendido por estos ataques a los símbolos de Francia", ha declarado.

A primera hora de la mañana de este sábado, en torno a 5.500 personas comenzaron a rodear el control de seguridad establecido en torno a los Campos Elíseos de París, en el prolegómeno de diversas marchas que han congregado, por tercer fin de semana consecutivo, a más de 30.000 personas en diversos puntos de Francia para protestar por la subida de los carburantes impuesta por el Gobierno francés como parte de su plan futuro de eficiencia energética.

Los enfrentamientos comenzaron a las 09.30 cuando los manifestantes saltaron los controles y se congregaron en la plaza Charles de Gaulle, que rodea el Arco del Triunfo, para cantar el himno francés, La Marsellesa, y exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Emmanuel Macron.

El Ministerio del Interior ha acusado a "alborotadores" entremezclados con los "chalecos amarillos" de incendiar parte de los almacenes Grands Boulevards, una sucursal bancaria de LCL y varios negocios, entre ellos una agencia inmobiliaria.

Cierre del aeropuerto de Nantes

El aeropuerto de Nantes, en el oeste de Francia, tuvo que cerrar brevemente después de que los manifestantes llegaran a la pista y se produjeran enfrentamientos con la Policía en el centro de la ciudad.

En Tarbes, en el sudoeste de Francia, y Le Puy-en-Velay, en el centro del país, los manifestaciones llegaron a asediar comisarías de Policía. También se produjeron violentos enfrentamientos en Charleville Mézières, en el noreste. La violencia de las manifestaciones de hoy ha llevado incluso a algunos representantes del movimiento a condenar el comportamiento de los asistentes.

"¿Qué mensaje queremos transmitir los chalecos amarillos hoy? ¿Que prendamos fuego a Francia o encontramos soluciones? Esta violencia es absurda", ha declarado a la televisión BFM Jacline Mouraud, una destacada activista dentro del movimiento.

En la emisora 'LCI', el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, instó a los "chalecos amarillos" a entablar un diálogo con el Ejecutivo aunque éste se mantiene firme en su decisión de subir los impuestos al carburante en enero, la primera denuncia de los manifestantes que claman también contra la caída del poder adquisitivo.

Los "chalecos amarillos" decidieron esta semana mantener la marcha del sábado pese a los anuncios del presidente Emmanuel Macron, que prometió el pasado martes ajustar la subida de impuestos al precio del petróleo y aumentar las primas de conversión para salir de los vehículos contaminantes, entre otras medidas.

Exigen que el Gobierno renuncie al nuevo gravamen que se aplicará desde enero al diesel y la gasolina, de 6 y 3 céntimos, respectivamente, punto en el que el Ejecutivo se ha mantenido firme hasta el momento.

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