El octavo día de la invasión rusa de Ucrania discurrió con un cruce de acusaciones y amenazas entre los máximos dirigentes de Ucrania y Rusia, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin. Primero, el mandatario ucraniano aseguraba que, en caso de que su país caiga ante el ejército ruso, "Letonia, Lituania y Estonia serán los siguientes", en una comparecencia de más de una hora en la que respondió a las preguntas de la prensa. Por su parte, su hómologo en el Kremlin reaparecía hoy en un vídeo en el que reiterado que en Kiev hay "neonazis" que utilizan a la población civil como escudos humanos y tiene a miles de estudiantes extranjeros como rehenes.
Zelenski se ha convertido en una figura pública de gran notoriedad y clave en la resistencia ucraniana. Sus mensajes de los últimos días, tanto dirigiéndose al pueblo ruso como al Parlamente Europeo, continuaron este jueves en unas sorprendentes declaraciones en las que pidió a Putin que establecieran una línea de diálogo directamente entre ambos. "Siéntate conmigo, es la única manera de parar esta guerra. No a 30 metros de distancia", afirmaba en inglés el presidente de Ucrania. Además, reiteró su petición de más armamento al bloque occidental en forma de aviones de combate con los que dar la batalla en el aire a los cazas del Kremlin.
Pese a los avances del ejército ruso en los últimos días en el sur y el este del país, con la caída del primer gran núcleo urbano del país (Jersón), Zelenski mantenía que "todas" las líneas de defensa ucranianas siguen en pie, asegurando que Putin "no ha logrado hacer nada significativo", motivo por el que ha pasado a realizar bombardeos indiscriminados contra la población civil. Una afirmación que el propio presidente ruso desmentía en una conversación con su contraparte en El Elíseo, Emmanuel Macron, calificaba de "desinformación". No obstante, el pesimismo era el tono dominante del dirigente francés que, tras escuchar a Putin, admitía que "lo peor está por llegar".
Pocas horas después, el Kremlin compartía unas declaración grabada del líder ruso, vanagloriándose del éxito de la invasión, que siempre menciona como "operación especial". "Se está desarrollando según los plazos previstos en el plan. Todas las misiones se están llevando a cabo con éxito", aseveraba Putin, que también acusó a Kiev de no permitir a los civiles transitar por los supuestos corredores humanitarios que estaban habilitando sus tropas.
Los primeros acuerdos
Las mejores noticias tras la octava jornada de conflicto llegaban procedente de la provincia bielorrusa de Brest, fronteriza con Ucrania y Polonia. Ahí es donde transcurrieron las segundas negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana, fraguando el primer acuerdo para establecer una serie de corredores humanitarios que permitiesen la evacuación de la población civil, algo que podría ir acompañado de un alto el fuego que facilite el proceso de evacuación. Así lo anunciaba el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, a través de su cuenta en Twitter, donde también lamentaba que Ucrania "aún no ha conseguido los resultados que necesita".
El plan pasa por abrir un nuevo canal de comunicación entre las autoridades de ambos países para discutir los detalles específicos de esas vías de salida de Ucrania para civiles. Según el jefe de la delegación rusa, las conversaciones se centraron en tres bloques principales: el militar, el humanitario internacional y una futura solución política del conflicto, que hoy parece lejos de conseguirse. "Las posiciones son absolutamente claras, están escritas punto por punto", indicaba, antes de resaltar que las partes lograron "encontrar un entendimiento mutuo para algunas de ellas".
De igual forma, las dos partes se emplazaron a un nuevo encuentro "pronto", en la que sería la tercera ronda de conversaciones desde que estalló el conflicto hace una semana. "La cuestión principal que se ha resuelto es la cuestión de salvar a las personas, los civiles, que se encontraban en la zona de los enfrentamientos", valoraba el asistente de la Presidencia Vladimir Mendinsky, que celebraba el "progreso significativo" los acuerdos alcanzados en suelo bielorruso.
