Cuando se detecta una potencial epidemia, las autoridades tratan de buscar respuestas ante la causa de las primeras muertes. Sin embargo, no todas tienen explicación: las muertes de turistas que el pasado verano desataron el pánico en la República Dominicana siguen hoy siendo un misterio; de igual modo, el extraño coronavirus originado en un mercado de China aparentemente por un pescado en mal estado sigue sin tener una cura, a pesar de que las autoridades de Japón ya hayan confirmado el primer caso y de que en Pekín ya han secuenciado el genoma del organismo para que la OMS pueda estudiarlo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud informaba esta semana de que se han puesto en marcha medidas de prevención en los hospitales de todo el mundo ante el nuevo coronavirus procedente de China, después de que se hayan registrado más de 40 casos en la ciudad de Wuhan (donde se supone que se originó la crisis sanitaria) y de que el pasado día 11 se informara del primer fallecimiento.
El estado de alarma de la OMS es justificado, ya que, según explica en su web, "los coronavirus son una extensa familia de virus, algunos de los cuales puede ser causa de diversas enfermedades humanas, que van desde el resfriado común hasta el SRAS", es decir, el síndrome respiratorio agudo severo, que precisamente se está tomando como referencia para combatir el nuevo y misterioso coronavirus. Otra de sus características es que pueden causar varias enfermedades en los animales que, a su vez, pueden actuar como transmisores de la enfermedad a otros humanos. Pero, ¿es esto lo que ha ocurrido para que el coronavirus salga de China?
"Nos preparamos ante hipotéticos contagios masivos", explica la directora en funciones del departamento de enfermedades emergentes de la OMS, Maria Van Kerkhove, a lo que añadía que "se han tomado medidas de prevención y control de infecciones para que los hospitales de todo el mundo apliquen las precauciones habituales".
Sin cura y sin confirmar su origen
Paralelamente, las autoridades sanitarias de China mantienen en cuarentena a más de 700 personas que han estado en contacto con alguno de los pacientes que han dado positivo en el coronavirus, incluyendo trabajadores de hospitales y otros centros de salud, aunque no se han detectado nuevos casos desde el 3 de enero, exceptuando el de Japón y el diagnosticado en Tailandia, el otro país en el que está presente la amenaza.
Aunque tampoco está claro del todo el origen del misterioso coronavirus, las autoridades sanitarias de Wuhan no descartan la posibilidad de que haya sido un contagio entre humanos lo que esté detrás del brote de la neumonía originada en la ciudad por un nuevo tipo de coronavirus similar al del síndrome agudo respiratorio grave (SARS). Eso sí, las autoridades locales creen que "el riesgo de contagio continuado entre humanos es bajo".
Las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento apuntan a que el origen del brote está en un mercado de marisco de la ciudad, capital de la provincia china de Hubei, que ya ha sido cerrado y desinfectado y donde se han encontrado muestras de productos que han dado positivo en el nuevo coronavirus. Eso sí, la Comisión reconoce que hay casos que no han tenido contacto directo con el mercado, como el de un matrimonio en el que el marido, trabajador de la citada lonja, desarrolló la enfermedad antes que la esposa (pero ella negó haber acudido al recinto).
En cualquier caso, el período de cuarentena y observación establecido por las autoridades es de 14 días, por lo que habrá que esperar a que la OMS y los centros de control y prevención de enfermedades de los países involucrados (China, Japón y Tailandia) investiguen más el coronavirus. El problema es que deben trabajar contrarreloj para evitar que la alarma entre la población se extienda, como sucedió en 2003, cuando el SARS se extendió por el país provocando un total de 646 muertes (813 a nivel mundial), según datos de la OMS.
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