El Pentágono desarrolla un láser para identificar objetivos por el ritmo cardíaco

Un sargento de EEUU registra información biométrica de un afgano en la provincia de Helmand, el 15 de febrero de 2010. /US. Dod
Un sargento de EEUU registra información biométrica de un afgano en la provincia de Helmand, el 15 de febrero de 2010. /US. Dod
Un sargento de EEUU registra información biométrica de un afgano en la provincia de Helmand, el 15 de febrero de 2010. /US. Dod
Un sargento de EEUU registra información biométrica de un afgano en la provincia de Helmand, el 15 de febrero de 2010. /US. Dod

El Departamento de Defensa de Estados Unidos juega con cartas marcadas, y si no lo cree debería revisar el último adelanto con el que cuentan, un láser capaz de identificar a un sospechoso solamente con el ritmo cardíaco.

Hay que tener en cuenta que Washington decidió hace años que la tecnología era una de sus mejores bazas en escenarios de conflicto, y más cuando se desató la "guerra contra el terror", a raíz de los atentados del 11 de septiembre. Apoyado en contratistas de Defensa y en los avances de la agencia Darpa, el Pentágono ha trabajado conceptos futuristas como las técnicas biométricas para la identificación de combatientes en Irak y Afganistán, y ahora ha decidido dar un paso más allá en el uso de tecnologías avanzadas.

La publicación del MIT 'TechnologyReview' ha desvelado la existencia de un proyecto bautizado como Jetson, que persigue el desarrollo de un dispositivo portátil capaz de discernir el latido de cada persona, a una distancia de hasta 200 metros. Y sí, la ropa que uno lleve puesta no dificulta el escáner.

Ya no hablamos de las huellas dactilares, ni del iris del ojo, hablamos de la última frontera para la identificación de personas, en la que está especialmente interesado un departamento concreto de la maquinaria militar de EEUU, las Fuerzas Especiales. Hasta ahora ya contaban con recursos inimaginables para otros países, como el sistema para identificar a través del modo de caminar, empleado profusamente para llevar a cabo los ataques selectivos con drones, especialmente en la ofensiva contra miembros del autodenominado Estado Islámico (ISIS) en Siria. La ventaja del proyecto Jetson es que no hay fallo posible. Un rostro se puede alterar, incluso la forma de andar, pero el ritmo cardíaco es exacto como un metrónomo, y distintivo de cada persona.

Lo curioso de este nuevo desarrollo es que partió de las Fuerzas Especiales, y no al revés. La petición de unidades como el SEAL o los Delta Force era disponer de un aparato que les ayudara a localizar e identificar objetivos sin necesidad de verles la cara. Y no equivocarse, el gran temor que suele acechar a este tipo de operativos.

Ahora mismo el dispositivo es capaz de hacer su trabajo a 219 yardas (unos 200 metros), aunque con un láser de más potencia se podría ampliar su alcance. La realidad es que estas unidades no necesitan más margen, toda vez que son capaces de acercarse a sus objetivos hasta poder tocarlos con la mano sin ser detectados. En cualquier caso, explica a la publicación del MIT Steward Remaly, de la oficina de respaldo de técnicas para el combate contraterrorista (unidad del Pentágono), no habría problema para ampliar el rango de funcionamiento del dispositivo.

Lo que ofrece Jetson es casi una locura. Utiliza sensores infrarrojos para grabar de forma automática el pulso de un individuo. Después, cuando llega el momento de volver a rastrearlo es capaz de detectar los cambios en el flujo sanguíneo que provoca la circulación de la sangre. El nuevo dispositivo usa una técnica bautizada como "láser vibrométrico", que detecta el movimiento de la sangre causado por los latidos del corazón. Esto hubiera supuesto en la famosa incursión en la casa de Abbottabad que los operativos del SEAL habrían sabido en todo momento dónde se encontraba Osama Bin Laden.

Al parecer, según desvelan los 'cerebritos' de Massachusetts, el Jetson funciona con individuos que visten ropa normal,como una camiseta y una chaqueta, pero da más problemas- por ahora- cuando el sospechoso lleva ropa gruesa de invierno.

La clave del éxito de Jetson ha sido su empleo en los "ataques selectivos" realizados mediante drones, que popularizó en la Casa Blanca el premio Nobel de la Paz Barack Obama. La forma más empleada hasta ahora para confirmar un objetivo antes de eliminarlo era la identificación del rostro, pero esa tarea suele generar dudas por la presencia de barba, un pañuelo,gorros, etc... Amén de que que precisa de una buena visión frontal del objetivo.

En el MIT explican que esos problema desaparecen con la tecnología de Jetson, y ponen de ejemplo el caso de la compañía canadiense Nymi, que ha desarrollado un sistema de control del pulso cardíaco para la seguridad de las instalaciones, en vez de recurrir al clásico sistema de acceso por identificación dactilar.

Por el momento el único problema del sistema Jetson son las condiciones que precisa para un uso correcto. Con una latencia de respuesta en la identificación de apenas 30 segundos, la realidad es que se precisa que el objetivo se encuentre sentado o de pie pero detenido.

La nota positiva es que Jetson evitará muchos errores de identificación. El algoritmo con el que realiza el rastreo extrae la firma del ritmo cardíaco del objetivo, y su efectividad es de un 95% en condiciones óptimas, lo que lo ubica a un nivel muy superior a otros métodos biométricos empleados hasta ahora.

Su ventaja además está en que no se necesitan más datos del objetivo para haberlo "fichado". En caso de haber grabado a un grupo de insurgentes colocando un artefacto explosivo improvisado (IED, por sus siglas en inglés), cada uno de ellos será registrado por su firma cardíaca, y si se le vuelve a detectar da igual no tener su nombre u otros datos. La diana estará fijada sobre su frente.

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