La Píldora Económica

La EPA que importa es la del último trimestre; lo demás es historia pasada

Yolanda Díaz
La EPA que importa es la del último trimestre; lo demás es historia pasada. 
Agencia EFE

Los datos recién publicados por el INE en la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que el dato bruto de variación de ocupación, es decir, sin corregir de estacionalidad (no cve) en el cuarto trimestre de 2023 (4T23) fue del -0,1%. Esta evolución se desglosa en una mejora de la ocupación en el sector público y también de los no asalariados, mientras que disminuye el número de asalariados del sector privado. Así, el número de ocupados se redujo en 19.000 personas, resultado de un aumento de 58.600 ocupados en el ámbito público y una reducción de 77.600 en el privado.

Este dato tan negativo en términos brutos es menos negativo cuando lo corregimos de la variación estacional (cve). Dado que el cuarto trimestre suele estar siempre por debajo de la tasa media trimestral del año, el dato cve normalmente corregirá al alza al bruto. Con datos corregidos de variaciones estacionales la ocupación trimestral creció un 0,6%. Este no es un mal dato, de hecho, es bueno, ya que solo indica una pequeña ralentización frente al trimestre anterior cuando el crecimiento fue del 0,7%. De acuerdo con el lenguaje al uso, se podría decir que el empleo conserva en España una gran resiliencia, ante la caída de actividad en Europa.

Vamos a analizar el dato bruto sin corregir estadísticamente por la variación estacional comparándolo con la evolución en el mismo trimestre de años anteriores. De esta manera, un poco 'aproximativa', comparo los mismos trimestres de cada año, evitando pues la variación estacional y observar si el dato es bueno malo o regular. Con esta aproximación, se evita entrar a discutir si la forma en que la regulación europea obliga a hacer esta desestacionalización tiene poco en cuenta lo atípico de la evolución económica durante los años de la Covid, y los potenciales cambios que hayan ocurrido en la estacionalidad derivados de la reforma de la legislación laboral, con la disminución de los contratos temporales entre otros elementos a tener en cuenta

Al hacer esta comparación la lectura que se obtiene es mucho menos resiliente o positiva. El dato del 4T23 es mejor que el de 2022, pero si miramos solo el número de asalariados privados la caída del 4T23 ¡casi triplica la del 4T22!. Si comparamos esta evolución de los asalariados del sector privado, es de las peores de la series pues es similar a la de los cuartos trimestres 2009 y 2010, y solo mejor que los dramáticos años para el empleo de 2008, 2011 y 2012.

El dato sería negativo e indicaría poca resiliencia del empleo asalariado privado. Sin embargo, esta situación queda enmascarada por la evolución tan positiva del empleo público, y de los no asalariados en el 4T24. En el caso del empleo público, la contribución a la tasa de crecimiento del empleo en un cuarto trimestre es la más alta de al menos los últimos 20 años. Por otra parte, si miramos la contribución de los no asalariados, un dato tan alto en 2023 no tiene parangón con ningún año de la serie salvo 2021, lo que podría ser debido a algún tema de regularización o similar, (por ejemplo, cambios en las cotizaciones), pero que claramente es un dato atípico y que complica el obtener buenos resultados con la desestacionalización.

En resumen, la lectura de los datos de empleo del 4T23 no es tan positiva como el titular que ha aparecido en todos los medios: “En los últimos doce meses la ocupación aumentó en 783.000 personas, alcanzando los 21,25 millones de personas”. El análisis se debe centrar en la señal más de corto plazo, para saber dónde estamos. Y como el dato nuevo que se ha publicado es el del último trimestre, es el que seguiré analizando.

Aunque siempre hablamos de empleo, en términos económicos es clave cómo evolucionan las horas trabajadas, porque es lo que realmente explica la evolución económica. Durante este trimestre las horas efectivas trabajadas con respecto al trimestre anterior aumentaron un 7,1%, ligeramente inferior a la evolución estacional media registrado en los cuartos trimestres de los años anteriores a la pandemia (media 2015-2019: 7,5%). Si se compara el dato con años más recientes, tenemos que las horas trabajadas en el 4T23 están un 3,3% por encima de las del 4T de 2022, lo que es un buen dato. Respecto al 4T19, son superiores en un 1,8%. Es decir, las horas trabajadas aumentan algo menos que en los años anteriores a la pandemia, y además reflejan un crecimiento de la productividad negativa o nula.

Este dato de la productividad que es tan relevante para el análisis de largo plazo, debe ser primero estudiado para ver si se debe a un cambo en la especialización sectorial de la economía española. En general el empleo público tiene una productividad menor que el privado, aunque en una parte esto es consecuencia de los distintos sistemas de medición estadística. Pero también dentro del sector privado la industria suele tener una mayor productividad que los servicios, y sobre todo las empresas intensivas en energía; automóvil y aluminio entre otras. Ya dentro del sector servicios se observa que la evolución en el último trimestre de 2023, comparada con la del mismo periodo en 2022, refleja mejor comportamiento en servicios muy ligados al sector público cómo educación que crece a doble tasa; y el empleo en actividades sanitarias que se comporta algo mejor. En cuanto a los servicios privados que más pesan en la economía, el comercio al por menor y la hostelería, hay un deterioro en el empleo mayor que en 2022.

Probablemente este mejor comportamiento en educación y sanidad sea lo más positivo a destacar porque si bien mejorará poco el PIB y la productividad a corto plazo, lo es todo en el largo plazo y no solo para el PIB sino también para que tengamos buenos indicadores de desarrollo humano que, como saben mis lectores, incluye además del PIB las variables años de educación y esperanza de vida. Vamos, que si tuviera que vender en positivo el dato de la EPA diría que los datos de empleo indican que seguimos trabajando en lo que es relevante: en mejorar nuestra educación y en que tengamos una vida larga sana y activa… aunque esto último no sé cómo hacerlo compatible con la sostenibilidad de nuestro actual sistema de pensiones públicas; mejor lo dejamos aquí.

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