OPINION

El desafío de La 2 de TVE: la cadena que se convirtió en invisible busca recuperar influencia

Jordi Hurtado vuelve mañana a La 2 en 'Saber y ganar'
Jordi Hurtado vuelve mañana a La 2 en 'Saber y ganar'
EUROPA PRESS

Hubo un tiempo en el que La 2 fue un canal joven. Porque la cultura crece en televisión si se trata con la mirada de perspicacia juvenil. Sin embargo, en los últimos años, la antigua UHF  se transformó en un canal de producto enlatado que se emitía sin ton ni son.

Se optó por atascar el prime time de un solo contenido: cine español. Que no es malo, pero el problema es que no se compraron estos derechos siguiendo una estrategia de divulgación por calidad y aporte social. Se adquirió producto al peso. "Dámelo todo", en vez de explicar bien cada parte del todo.

En tiempos de popularización de la televisión bajo demanda, La 2 bloqueaba todo su prime time de cine antiguo, relegando otros ámbitos culturales e incluso escondiendo el cine actual, donde la cadena pública también tiene la obligación de visibilizar el talento emergente.

El resultado fue nefasto: la audiencia de la cadena empezó a envejecerse y desplomarse. El canal se hizo invisible, pues transmitió una imagen de canal reconvertido en un desordenado contenedor de producto viejo enlatado que, además, maltrataba a su informativo estrella La 2 Noticias, único espacio diario en directo, perdiéndolo a las tantas de la noche. Y lo que es peor, dificultando que el espacio de noticias fidelizara espectadores ya que cada día arrancaba a una imprevisible hora distinta.

Así La 2 empezó una silenciosa agonía. El espectador ya no espera como antes, ya no aguanta a ver qué ponen en emisión. El espectador no tiene paciencia.  La 2 debe organizar mejor su producción para que destaque. Es más, La 2 debe ser una marca que vaya más allá de la emisión lineal tradicional. La 2 es un sello de TVE por explorar, que también tiene que enfocar que su oferta es fácil de acceder online, bajo demanda.

Reorganizar una caótica programación

No toda la programación de La 2 necesita emitirse ya por La 2. Se puede encontrar online. Pero La 2 de siempre sí debe ser un escaparate atractivo que despierte la curiosidad por asistir al primer pase de los programas, series y documentales. Para ello, es necesario que la cadena articule bien su programación. En este sentido, ya ha habido cambios esta temporada. 

En la sobremesa ya tiene al infalible Saber y Ganar con la reconocible banda sonora de la entonada voz de Jordi Hurtado.

En el último tramo de la tarde ha recuperado otro eje de su programación, La 2 Noticias, que en el nuevo horario ha regresando a su esencia de informativo contracorriente, lo que propicia que recupere a un público dispuesto a descubrir temas que afectan en el día a día y que no suelen tener relevancia en otros Telediarios.

Antes, poco antes de las siete de la tarde, La 2 ha posicionado un concurso, Código Final, realizado desde Sant Cugat y presentado con la seguridad que otorga el cómico Goyo Jiménez. Con esta apuesta, se consigue que a las seis de la tarde la cadena parezca estar más viva al contar con un programa de estreno propio. No obstante, a este espacio le falta ritmo y La 2 necesita diferenciarse más de las cadenas generalistas con programas que sean alternativa y no giren entorno a  un mismo contenido. A esa hora, Antena 3 emite Ahora Caigo.

En la noche, La 2 ha reorganizado sus prime time para que cada día el espectador recuerde la temática diferenciada que tratan. Así la cadena coge aire con un abanico más versátil de contenidos. Ya no sólo hay cine español de antaño, que también, ahora cada día se abarca un enfoque cultural. Incluida la música, donde La 2 ya se ha reconvertido en referente de la música en directo gracias a la fórmula de La Hora Musa en los martes. Programa que ha renovado por otras dos temporadas.

Abrirse (literalmente) a la sociedad

Así la segunda cadena intenta recuperar su influencia. Pero no es suficiente. Muchos de sus contenidos siguen siendo invisibles y, para soportar la avalancha de nuevos consumos 'a la carta', es crucial que popularice mejor su oferta con más franjas en directo que sirvan de eje organizador y visibilizador del resto de la programación.

De hecho, el desafío de La 2 es transformarse en la marca nacional asociada a la cultura. La 2 no debe ser sólo un centro emisor, debe ser un centro de creación. Como si fuera un centro cultural situado en el corazón de la ciudad. Un lugar abierto e inclusivo que no cesa en proponer atractivas citas a la población, que descubre ilustrados ámbitos que no tienen que ser hueso.

Y quizá por ahí irá el futuro de La 2: asentarse en un identificable lugar abierto la ciudadanía en donde realizar conciertos, en donde organizar encuentros, en donde asistir a entrevistas, en donde experimentar, en donde crear. Un epicentro cultural que se convierta en un espacio icónico en el que el espectador se siente partícipe de lo que sigue por la tele o que, de vez en cuando, puede vivir in situ. Eso es la televisión de la cultura para la inmensa minoría que viene: la que no se hace para cumplir un cupo, la que se hace para ser descubierta por un espectador que construye un orgulloso vínculo con ella, con sus apuestas y con sus riesgos. Eso debe ser La 2.

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